viernes, 26 de octubre de 2012

Limitado e infinito


En el abrazo que ya nadie profanara, me dormiré y contigo me iré.
En los envolventes y níveos copos mortales, en la eufórica cúspide, todo lo abandonare.
Liado y libre estoy.
Nublado y claro.
Lucido y ofuscado.
Pendiente del tiempo y desnortado por el.
Limitado e infinito.
Trascendente y apocado.
Muerto y vivo.
Ávido de plantar batalla y estimando la paz de la rendición.
Aúllan los lebreles a la puerta de la casa de mi Dios.
He renegado de El, debido a su indolencia.
Y no quiere que entre, yo se que he pecado, pero donde esta su perdón infinito.
He abandonado tan poco la senda recta.
Si hubiese sabido que con algo tan nimio sacrificaba mi vida eterna, me hubiese desviado mucho, mucho mas.
Tanto que temblaría Dios ante mi desvió.
Solo mi Dios que lee mi pensamiento, de mi treta se percató.

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