domingo, 14 de octubre de 2012

Los vientos catabáticos

Seré fiel a mi nido.
La especialización nos aniquilara.
No seré yo el estratega de la batalla, me abandonare a tus movimientos.
Tu jugada delatara a tus huestes, y esa sera mi ventaja, el estar prevenido y conocer la posición de mi rival.
El que inicia la partida en este mundo extremófilo, y de vientos catabáticos, pierde.
Serán estas visiones las que me hagan evolucionar.
En el transito sobre el gélido alabastro la cautela mi pilar.
Mas las frustradas expectativas incorrectas ralentizan mi decisión.
Cuando estés en el cadalso entornare los ojos para ver solo medio
dolor.
Ruego y espero que sea fundente el abrazo de tu testa con el barro primigenio de diatomeas.


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