miércoles, 10 de octubre de 2012

Sin desfallecer

Lame mi herida que tu saliva sanara mi llaga.
Salvas por tu derrota.
El germen de mi mal, inoculado con tretas, tu lengua y afecto frenarán.
Postrado pero no vencido, me encomiendo a mis aliados.
Será accesorio que me veas llorar.
Por la gangrena he sacrificado mis piernas.
Pero mi corazón late con la misma fuerza en mi no rendido pecho.
Siento como clavas en mi palma el inmerecido clavo.
Me ahormo al castigo pero no es justo.
Tira mi peso de mis brazos, sin desfallecer sigue mi alma.
Vergonzosas víboras que intentáis minar los cimientos de las torres que os hacen sombra.
El plomo no hiere las alas de los ángeles.
Nunca podrás cortar la lengua a un espíritu libre.




No hay comentarios:

Publicar un comentario