domingo, 27 de enero de 2013

Mantecas al sol

Es más importante la fe en la virtud que ser poseedor de la virtud.
Nada es suficientemente férreo.
Nada esta siempre en las nubes..
Hoy desde vuestro confort desdeñáis y decís sentir indiferencia.
Y desde esa indolente posición, lo sentís todo ajeno, como si vosotros no lo hubieseis tocado y manoseado hasta hacer la situación insostenible y vil.
Pero si sois participes, habéis empujado al reo inocente al precipicio, y sin virtud y sin fe en ella, camináis con el norte de la nefandad.
Áspid de larga lengua, que se sobrestima y de que manera, Cleopatra os eligió por víbora no por diestra en los artes del ornato capilar, jamas ella hubiese consentido que le tocarais un pelo.
No soy dignos de ninguna gran pirámide, ni siquiera de una vulgar mástaba de nuciente y usurero mercader.
El brillo del talento de poseer oro y plata no todo lo tapa.
Sois en vuestra burbuja brillantes cadáveres en descomposición que ni los buitres os estiman para saciar el básico apetito del
hambre.
No solo de pan vive el hombre, pero queda claro que no sacia ninguna de las palabra que sale de vuestra mal enjuagada boca.
Sobre la sin virtud se cabalga tan rápido.
Por eso de vuestro cortejo me descabalgo.
Reino de reinas del tocino y el frite, reinas de reinos en donde el justiciero sol, al sol las mantecas derrite.

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