domingo, 17 de marzo de 2013

Vericuetos empedrados.

¿Cuando estarán saciados los adversarios.?
Imagino que me lo comunicaran en una carta póstuma.
Ciénagas de silencio.
Canículas de fastidio.
Parranda de mustios ataviada con la envidia de los remilgados.
Insomnio de jazmines.
Galanes de cantinas.
Techos de toxica uralita.
Liturgia en los balcones de los reposteros de faldillas, sabanas, monos y cobertores.
Vericuetos empedrados con las piedras que martirizaron a San Esteban.

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