jueves, 11 de abril de 2013

Carnero rendido

Son las puertas mal cerradas las que posibilitan que entren ladrones, escándalos, extorsiones.
En la nueva etapa sin cerrar bien las anteriores.
Anochece en esta vorágine salvaje y por mis puertas mal cerradas se cuela el aire.
En esas salas guardo golpes, palabras, crímenes, soldados de plomo, muñecas de trapo, vicios y el pañuelo que seca mis lagrimas, esas que me delatarían y conllevarían el derribo de las torres de mi estrategia.
Salones del inframundo, cuevas de autoinfringida tortura.
Camerinos donde bajo siete llaves me acicalo y recompongo para ganar mis guerras.
Entra frío por las puertas de las salas donde soy yo sin artificio, donde soy vulnerable, fácilmente herible, carnero rendido por las zarzas.

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