miércoles, 24 de abril de 2013

Una rendija de luz

Si a alguien se le acaba la vida, que no sea porque ha intervenido mi mano.
Rodeado de ángeles.
Sitiado por lobos.
En las mejores manos.
En las manos de la vida eterna.
Mi casa es un ciclo de vida.
De renacidas flores.
De flores que han sido felices mientras vivían.
A todos salvo, a todos intento salvar.
Designio de mi talante.
Es mi talante que intenta mudar designios.
A lo grande como grande.
A lo importante como importante.
A nada, ni a nadie dejo sin su sitio e importancia.
Salvo la vida que se aferra a las cosas.
Salvo las cosas colmadas de vida.
Salvo la vida de los que otros como un despojo a la calle arrojan.
Mi talante es salvar.
Cuidar vida, cuidar mientras hay vida.
Por eso ruego cada noche a mi Dios, que os salve y os permita salir del pozo de vuestras insondables bajezas.
Espero que pronto mi Dios os permita ver una rendija de luz.
De la luz de vida que sale de los ángeles que habitan mi casa.

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