domingo, 9 de junio de 2013

Que poca destreza la de Dios

Todo es argumentable.
Acaso no lucen el los bailes de sociedad las mentiras exquisitos argumentos.
Calumnias de fiesta, adornadas con trapitos de medias verdades, ricos, muy ricos, sesgadamente ricos.
Torticeros bordados de encaje de alevosía y nocturnidad.
Brocados de libelo y sedas de justificaciones jurídicas.
Circo de derroches de artificio en plaza publica.
En las posiciones antagónicas del acercamiento imposible.
Y la verdad sin techo y sin amparo, sola y al sol, sin ruido y alhajas.
Que poco brilla para el mundo lo sencillo.
Que poca destreza la de Dios al hacer lo puro y limpio poco aparatoso.
Nada de coturnos, nada de afeites, nada de alharacas.

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