miércoles, 25 de diciembre de 2013

Ejércitos de hambrientos

No sacia bien la esperanza, es generadora de angustia e intranquiliza la espera.
Son palabras de vida eterna, pero esta vida es finita. Y sentir frió y hambre es ahora, un ahora próximo y no saciado.
No se puede demorar la sed del cuerpo, no se puede permitir que alguien atesore la fuente.
Si somos iguales, entre todos dividimos, según necesidad y esfuerzo, pero no según cuna y poder.
El que domina el hambre tiene el poder, ejércitos de hambrientos encumbran caudillos saciados y con las llaves del granero de todos.

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