lunes, 24 de febrero de 2014

Todo va a la mar

La muerte llega a traición.
Aunque no cojas callejas recoletas.
Siempre nos espera un pleito. 
Agazapado en las cunetas, entre las zarzas.
Los que escapan de las levas.
La valentía que da el oro.
Y la cólera que genera estar relegado a la sombra.
Ni tras la custodia.
Ni tras el armiño.
Ni tras la piel de la zorra.
Ni Dios nos salva de la intriga.
Ni Dios nos salva de nuestro risible fin de vida de tragicomedia.


No hay comentarios:

Publicar un comentario