jueves, 17 de abril de 2014

En la boca del lobo

Como ovejas que no saben llegar solas a los verdes prados.
Así se siente el manso ante las corrientes del mundo.
Ante la zozobra y los vientos altanos.
No saben caminar solas.
No saben caminar sin seguir unos pasos.
Es la juventud un periodo de ímpetu, pero con nula inexpugnabilidad. 
Es la madurez un periodo de sopesado riesgo.
Es la senectud la calma pero con las murallas vencidas.
Es tan alto el riesgo de vagar sin destino.
De andar caminos sin pastos.
De adentrarnos sin saber, en la boca del lobo.
Como ovejas sin pastor, que perdidas no saben regresar al aprisco.

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