domingo, 27 de abril de 2014

La misera brasa

Agobia el salón de los espejos. 
Que multiplica nuestra vulgaridad.
El oro siempre es oro. 
Pero no luce igual sobre la la superficie neta. 
Que sobre la zafia superficie.
El que esta en la cumbre para hacerse entender baja al llano.
El que solo esta encaramado en el montículo de las mondas.
Jamas se desapea, porque no busca entender, ni ser entendido.
Solo busca ser visto y verse en el mediocre reflejo de los espejos.
En el reflejo de los ojos vidriosos de los ebrios y pagados de si mismos.
Corte de aplausos prestados.
Corte de adulados en el circulo de un cosmos don de una misera brasa es el sol.


No hay comentarios:

Publicar un comentario