sábado, 31 de mayo de 2014

Sufro

Sufro por los ojos que te miran.
Sufro con los dedos que te tocan.
Sufro por los corceles en los que galopas.
Sino de segundo.
Sino de retaguardia.
Ya no soy nueva batalla, nueva guerra, nueva victoria.
Soy trofeo ganado que no aportará jamas una nueva gloria.

La resina de tus rojos besos

Siento pegajosa resina en tus labios.
Adictivo ámbar.
Brevedad de besos que se me hacen breves.
El tiempo pasado se me hace corto.
El tiempo por venir se me hace escaso.
Fatídico amor que fuerte atas.
Fatídico tiempo que al amor desatas.
Me armaré de presteza.
Me desarmaré de pereza.
Todo se termina difuminando.
Por la huidiza arena debo exprimir la resina de tus besos rojos.

Querer es poder

El azar reparte suerte.
El tesón justicia.
Caminando por la senda del querer.
Trabajando el ser.
Hay nacidos que se abandonan.
Hay abandonados que renacen.
Rosas que terminan siendo un zarzal.
Zarzales que terminan dando bellas rosas.

El juego de la negación

No se doma consintiendo, se doma impidiendo la satisfacción.
El demandado se aprecia, el ofertado se deprecia.
Necesitar es tener presente.
Lo presente tiende a no necesitarse.
Somos seres que buscamos el capricho.
Somos seres que minusvaloramos lo seguro.
Amor a la perdida.
Dolor por lo perdido.
Auséntate pero no en exceso.
Dosifícate para que te demanden.
El juego de la negación engancha.
Esclavos de besos que si quiero hoy te doy pero mañana si me conviene te niego.
Dar y negar las dos caras de la moneda con la que se compra el perfecto amor.

No necesito emisarios para hablar conmigo

No necesito emisarios para hablar contigo.
No necesito que rueden mis palabras por otras bocas hasta llegar a la tuya.
Habitas en mi y sabes todas mis cuitas.
Amor, amante mio.
No es necesario que nadie medie entre el rió y sus aguas.
Porque el río es sus aguas y sus aguas son el río.
Como yo soy todo en ti y nada soy sin ti.
Amor que en mi decides habitar y me permites gracias a tu en mi vivir, ser y sentir.
Corazón de fuego que das calor a mi interior.
Interior que albergas gozoso el fuego del amado corazón.
Solo uno, solo unidos, sin palabras rodadas, sin ruido,solo susurros al oído del amante interior.

viernes, 30 de mayo de 2014

Humo a precio de oro

Si hay claridad se puede avanzar con paso firme.
Por eso temo al torpe que su torpeza enmascara.
Temo su osadía que vende humo a precio de oro.
Me lleva al precipicio el falso pastor.
Me avisa el falso faro de que no hay escollos en la costa de abruptos acantilados.

Princesas de aire

Princesas de viento.
Damas que se crecen en la sartén hinchadas de aire.
Aire de pueblo que pasa hambre.
Princesas de carne hueca de calabaza.
A falta de pan, buñuelos ligeros de viento.
No nos asustemos con la gravedad, porque todo siempre es susceptible de empeorar.

Con una sola estocada

Cuantos naufragios provoca el amor.
Bellas palomas heridas en las tardes de sol.
Corceles de jaspe que no conocen la suspicacia.
Engullida por las olas de berilo llora la princesa.
Belleza que con inocencia te vistes.
Pureza que sin reparos confías.
En el torneo de los sacrificios serás presa fácil para el altanero jinete.
Ay cautela donde te escondes.
Ay cuidado que caro te vendes.
Ojos de tierra y boca de brío robarán en el huerto sin cerca.
Virtud descuidada, delicada porcelana que con el violento traqueteo te zahieres.
Dura tan poco el paño limpio, si sin cuidado por el suelo de polvo se arrastra.
Virginidad que en el albero, entre vítores de toreros, con una sola estocada se pierde y muere.

Los árboles rectos

Almas extraordinarias de piadosa dulzura.
Denostado blanco purísimo, que a su lado todo se eclipsa.
Árboles de verticalidad prodigiosa.
Sois almas tan luminosas que en la tierra os esperan las llamas.
La llamas de la envidia.
No se calcinan los montes  de los arbustos tuertos.
La mano envidiosa y sus celos solo quema los majestuosos y verticales árboles rectos.

jueves, 29 de mayo de 2014

Amantes ideales

El amor y su abnegación generan monstruos.
Hay que tener cuidado con lo que damos y no nos dan.
El amor y su demasía alimenta engendros.
Cuervos gordos que tras estar cebados solo saben demandar.
El amor no es condena.
El amor solo a amar obliga.
Amantes ideales que dan el mismo amor que reciben.

Fuegos alejados

Será un agravio mi consuelo.
Hoguera de pajas.
Me mido en los estragos de tu hermosura.
La belleza aunque menguada llega a la tumba.
La maldad aunque domada llega al infierno.
Nada se pierde por completo.
Por completo uno nunca está perdido.
Unido a la cordura por un hilo.
Salvado de la locura por una fina ranura.
Conciencia y arrepentimiento, son fuegos alejados.
Que me harán entrar en calor si a ellos me arrimo. 

Toxico humo

Vendedores de humo.
De toxico humo.
Consigues mi sí, retorciéndome el brazo.
Mi silencio no es aprobación.
Mi silencio es condena.
Es asfixia.
Es ahogo.
Es cesión.
Es morir en el viciado e irrespirable aire.
Aire de humo.
Aire de miedo.
Aire de dolor en el cuerpo del otro.
Soy permeable al latigazo en la espalda de mi amado.
Me callo para que no sangre la herida del próximo.
Silencios para posponer.
Silencio el ya escrito fin.
Tiempo para pensar.
Tiempo para curtirme y sanar.

Lujo en el mar de escombros

Es mi corriente elevado.
Suelo elevar lo corriente.
No me dirijo a nadie.
Solo me dirijo a todos.
No soy yo el que estratifica sedimentos.
No soy yo quien de la alcoba a la sala cambia papeles.
No suelo escribir entre lineas, pero puedes leer en ellas.
Es mi fidelidad un permanecer al lado de la adversidad.
Porque en lo favorable hay multitudes de infieles.
Se distinguir quejidos en la algarabía.
Se localizar náufragos entre los brillos del lujo.
Se localizar lujo en los mares de escombros.
Soy paz en la guerra.
Soy guerra que no descansa en paz.
Yo no te etiqueto, eres tu el que te adscribes a una bella corriente.
Yo solo leo con voz alta y clara las contraindicaciones de tu prospecto.

Sola, solita, sola

Exuberancia explícita de mal saciada necesidad.
Nada llena el cántaro rachado.
El cántaro que en demasía exuda.
Mal de amores,
Mal de malos amores.
Amores de viento.
Abrazos de aire.
Te aman sin darte la mano.
Te aman sin sentir tu pulso.
Sin colegir que te ahogas sola, solita, sola, en tus desafueros.

Libres en la adversidad

La derrota es un estado mental.
La derrota es rendición.
Solo uno tiene la potestad de hacer esclava al alma.
No se entrega lo que el enemigo nunca puede asir.
El miedo es nuestro carcelero.
Eliminado el miedo no existe la cárcel.
Libres en la adversidad.
En la adversidad es cuando somos más libres.

miércoles, 28 de mayo de 2014

Jardines interconectados

Nos podemos vendar los ojos para no ver.
Podemos mirar a otra parte, pero nada dejará de existir.
Si no miramos a la mala hierva esta crecerá libre.
Crecerá y crecerá y matará la belleza de nuestro jardín.
Somos jardines contiguos.
Somos jardines comunicados.
Aunque cerremos los ojos todo está interconectado. 

Hombre de manos libres

Nada te puedo ocultar en las manos.
Porque tengo las manos vacías.
Vacías que no torpes.
Nada traigo.
Pero todo lo puedo hacer.
Soy un hombre de manos hábiles y vacías.
El que nada lleva, va libre.
Va libre porque nada le pesa. 
Soy un hombre de manos libre para hacer y deshacer.

Isla

En las islas parece fácil desembarcar.
Pero no es nada fácil tocar costa.
Mueren en las aguas de la calma los intrépidos.
Mueren en las aguas turbulentas los calmados.
Soy isla de perimetral acantilado.
Soy isla de verticales pedreros.
Soy aislada isla que se complace en su aislamiento.

Huelo a monte

En el monte no tengo nombre pero las fieras me conocen por mi olor.
Me conocen y respetan.
Tengo el respeto de la naturaleza salvaje.
El respeto que el civilizado nunca me dio.
Huelo a monte.
Huelo a mi.
Huelo sin mentir.
Mi olor es claro.
Porque con nada camuflo ni mi bien o mal oler.

Como entiendo al que se aísla

Cuanto entiendo al que se aísla del mundo. 
Porque se aísla de la barbaridad.
Solo, pero sin estar mal acompañado.
Lejos de la urbe de anonimato.
De la urbe de ruido e incomprensión.
Mundo que fácilmente coge una piedra para lapidar.
Lagrimas de falso tras la fatal pedrada.
No llores mi partida si no has sabido defender que me quedara.

martes, 27 de mayo de 2014

Agua de sal

Tendencias fatales que desmenuzan la razón.
Historias marcadas por la deriva.
Nunca se pierde la esperanza de flotar.
Nutridos por los tropiezos.
Alimentados por los desaires.
Velas rotas que a cualquier sitio nos llevarán.
Abrasados sobre el agua de sal.

Las alabarderas cornejas

Es la danza de los grajos enharinados.
Torpes patanes que intentan pasar por blancas palomas.
Son inteligentes las sombras.
Tiene el lado siniestro sus destrezas.
Ansia la macula la perdida pureza.
Trapos lavados mil veces que se pasan antes de perder el cerco.
Me cercan las alabarderas cornejas.
Me sofocan con su torpeza las falsas mensajeras de la paz.
La paz de los días cortos.
La paz de tregua de las noches largas.
Estela de polvo, estela de harina. 
Dejan en la danza, los cuervos de las funestas misivas.

El maquillaje de las apariencias

Sé que no estoy solo.
Siento a mi vera a los compañeros de infierno.
Me abrasa la frialdad del hipócrita de relamida imagen.
Me enquista el que en las apariencias brilla.
Me denosta el que pregona bandos que no cumple.
No es la caridad besar al igual.
No es la caridad amar al fácil.
No es la caridad buscar en la caridad placer.
No temo arrimarme al rechazado.
No temo la compañía del estigmatizado.
No temo al que ha caído y la sociedad le impide que se levante.
No hay nada que manche más que la falsa moral.
Que la falsa decencia.
Que el teatral maquillaje de las apariencias.

Síndrome de Abel

Las mayores atrocidades te las dice el hermano.
El mayor daño te lo infringe el amado.
Sin coraza duermes con ellos.
Y en la paz del sueño es cuando te asestan las puñaladas.
Prerrogativas de próximo.
Que a quemarropa te ametralla con una munición que tu le has dado.
El sabe el sitio exacto donde está tu corazón.
El todo lo sabe y en esa corta distancia no falla.
Y acierta con el doble daño.
El daño de la herida y el daño del traidor.
Solo te puede vender el que te siente suyo.
Amores cainitas.
Síndrome de Abel.

lunes, 26 de mayo de 2014

Y la fiera llegó

Confianza erosionada.
Confianza castigada.
Confianza perdida.
Victoria de ausentes.
Retos desanimantes.
Trota el tiempo con su guadaña segando tuertos.
No lo ven venir.
No lo ven llegar.
Solo se sienten caer. 
Se sienten desplomar.
Y se duelen en escusas al perder.
Porque no sintieron a la fiera en la cacharrería entrar.

Prometeo

La ruina atrae las discordias.
Detrás de toda sombra está la luz.
Hay que saber ver y entrever.
Que poco nos preocupa lo que debería preocuparnos.
Que fácilmente desatendemos lo que deberíamos estar atendiendo.
Tras las noches cerradas llegan los días abiertos de sol.
Ni siquiera Prometeo sufrió un castigo eterno. 

La corte de Leviatán

Saciaré mi sed en los fluidos de tus ojos.
Sed de ojo por ojo.
Sed de diente por diente.
En la debacle donde han amputado mis manos, sentiré el pesar.
Sin la derecha.
Sin la izquierda.
Sola se abrirá el averno con la corte de Leviatán que acaba de llegar.
Sed de venganza hay en el pico de la graja.
En las garras de la corneja.
En el ejercito de córvidos
Marea negra de desafección.
Temo a los halcones que en el Irán se han formado.
Uno nunca muerde la mano, del que con tantos manjares agasaja.
Pero si pega un tiro a su cabeza.
Las manos reciben ordenes.
Las ordenes llegan a los voraces picos y a las arribadas manos.

domingo, 25 de mayo de 2014

La lechuza

Es la sabiduría una lechuza.
Es la lechuza una hechicera.
Hechizos de sabiduría.
Nudos de marinero imposibles de desatar.

Es helicoidal el ascenso

No hay nada de orgullo en las cavilaciones de la comadreja.
Palabras con demasiada sal.
Sin compostura y sin cumplir el precepto.
Me asombro en la distancia.
Me asombro con el bufado estilismo.
Bravura de bravucón. 
Colores nada atinados para un entierro.
Solo se muere una vez.
Y esto es morir dos veces en mayo.
Mes de flores y floridas plañideras.
Es helicoidal el ascenso.
Y es bien sabido que todo lo helicoidal marea.

Ciegos sin camino

En la azulada calcedonia veré tus ojos.
Eres mi alfil.
Mi alfil de ojos grises.
Desmesurada es la fuerza del sincero.
Desmesurada es la fuerza de su castigo.
Saben que brillas para ti.
Pero tu brillo les ciega.
Brillas para caminar.
Y ellos son ciegos que no tienen camino.

El color del ausente

Será blanco el color del futuro.
O el futuro será del color del ausente.
Caladeros de furtivos.
Furtivos que hacen suyos todos los caladeros.
En pocas manos.
En las peores manos.
Aislados, cercados, sin aire.
Nada hace el rebaño cuando lo asedian y atacan a la vez varios males.

Esperáis mis llagas como agua de mayo

Bajo una gran claraboya y bañado de sol estoy.
Sintiendo el escándalo de las voces.
Voces amplificadas en el eco del que sin digerir repite.
Nube de moscas negras y ociosas.
Esperáis mis llagas como agua de mayo.
Para en mi dolor alimentar a vuestras voraces pupas.
Nada taxativamente fenece.
Todo muere dando vida.
Dando a veces sustento a la más rastrera de las vidas. 

Es muy difícil morir

Es difícil vivir.
Pero es más difícil aun morir.
Morir no es querer morir.
Morir es un vagar por el tormento de pensar como morir.
Esperar la muerte es más duro que esperar un nuevo día.
Los tormentosos nuevos días se suceden pero la deseada muerte no llega.
Vivir es dolor.
Buscar la muerte es mortal.
Vago por los caminos peligrosos.
Vago por el borde de los precipicios.
Juego con los peligrosos placeres.
Pero mi ángel cada nuevo día me salva.
Y me veo obligado a continuar jugando.
Muere todo lo que yo amo y yo desesperado no muero.

sábado, 24 de mayo de 2014

Íntimos son tus tesoros

Qué esconden tus manos.
Qué tesoros guardas.
Qué celo pones en ocultar tus talentos.
Tesoros para los íntimos.
Íntimos son tus tesoros.

Son rubias las princesas

Todas las princesas son rubias.
Todas son rubias aunque sea por obra y gracia de la potasa.
El rubio hace que las mujeres parezcan ángeles.
El rubio convierte en ángeles a las arpías. 
Son rubias todas las arpías.
Son rubias igual que las princesas.
Son rubias las ladronas de aire.
Ser rubia son tres pasos de delantera en la conquista.
Rinden los ángeles rubios hasta al más pintado de los reyes.
Por eso se tiñe de rubio hasta más de una necia alcaldesa.

Desencadenar lleva al castigo

Los osados siempre encuentran martirio.
Encadenar lleva a la gloria.
Desencadenar lleva al castigo.
Danza de dolor.
Agonía coreografiada.
Luces de antorcha para añadir drama a la tortura.
Verticales desfiladeros por los que rodar.
No osaras dice la ley.
Y si osaras caerá sobre ti el brazo armado de un sistema perpetuado en la amenaza.
Cada personaje en su sitio, con un sitio para cada personaje.
Nada moverás, porque cualquier movimiento cimbreará el asentado trono.
Para el osado nada esta lo suficientemente asentado.

Nadie nota que han muerto las flores de ayer

Otro vivo a muerto.
Entre las flores de mayo doblan a entierro.
Muertos que tras ser llorados se olvidarán.
Porque todo fluye.
Porque todo va.
Flores que sustituyen a otras flores.
Jarrones en los que no se nota que han muerto las flores de ayer.
Que Dios lo tenga en su gloria.
Que al valle de las flores perennes lo lleven, los ángeles justicieros que todo lo saben y todo lo ven.

Caprichos de fulana

Somos reyes en nuestras ficciones.
Pero nuestra realidad es vomitiva como un café con sal.
Irán surgiendo de nuestros recuerdos.
Nuestros caprichos de fulana.
Nuestra marea traerá a la orilla los cadáveres de nuestras batallas.
Batallas perdidas.
Contra el amor.
Contra el rencor.
Contra la inconveniencia. 
Juguetes rotos con los que nadie ya juega.
Porque tambien nosotros cometimos la osadía de con otros jugar.
Y tras el manoseo abandonar.
Juguetes ultrajados, violados.
Heridos en los fueros más íntimos.
La orilla siempre te escupe lo que un día intentaste tapar.
Son los caprichos del pantano donde intentamos enterrar errores.

Hay manos falsas monedas

¿Quién ha roto el espejo donde mis sueños vivían?
Que mano envidiosa ha privado a mi mano de contemplar su disfrute.
Necias manos que envidiáis a las manos laboriosas.
A las manos suaves que dan suavidad al cuerpo al que sirven.
¿Quién ha roto el espejo donde yo veía galopar a mi mano por mi cuerpo salvaje?
Hay manos que van de cuerpo en cuerpo.
Hay manos falsas monedas.
Hay manos que ninguno se las queda.

Amor de nieblas

Muero con tu ausencia.
Me mata tu demasía.
Con el nada me ahogo.
Con el mucho me agobio.
Perversa afección.
Perversa desafección.
Te quiero en la ausencia.
Te detesto en la presencia.
Soy una paradoja.
Soy un sinsentido.
Con la lógica del ideal.
Con la directriz del amor inexistente.
El amor ideal al ausente.
Y el odio al presente que no se parece nada al ideal.

viernes, 23 de mayo de 2014

Amor furtivo

Amores desamparados.
Amores que nadie entiende.
Amores prohibidos.
Amores de sombra.
Amores de mano izquierda.
Amores de trastienda.
Amores que enredan.
Amores que no atan.
Amores sin alianza.
Amores de escusas.
Amores de escapada.
Para escapar.
Amores de desahogo.
Amores que nos ahogan.
A hurtadillas.
A las afueras.
En las habitaciones prestadas.
En los espacios abiertos.
En el tiempo robado.
Amor árido sin futuro.
Amor de perdición y perdido.
Amor urdido en una red de mentiras.
Amor de vicio e intriga.
Amor, amor, loco amor.
Loca pasión de hambre de noche y días nublados sin sol.

La malvada mala hierba

Son libres los pensamientos.
Pero no son libres las palabras.
Todos debemos poner freno a nuestra lengua.
En aras de la armonía.
En aras del no rozar.
Palabras pensadas que si no frenamos son mortales dardos.
Palabras que al no decir con ellas nos autoenvenenamos.
Silencios de dolor.
Griterío de gloria.
Ara el pensamiento el pedregal donde crecerán trigo y cizaña.
Frena la boca, la malvada mala hierva que corto la diestra guadaña.

Las doncellas lobas

Es fiera la inocencia.
Es fiera su hambre primigenia.
Hambre de virgen.
Hambre de virgen que tras saciada se hace esclava.
Teme al que liberas, porque quien te liberará a ti de él.

El sueño de los leones

El sueño de los leones.
El pétreo descanso.
La indolencia de la majestad.
Sus majestades indolentes.
Creados para ver pasar.
Para intimidar sin interferir.
Loca quimera de teatralidad.
Escalinatas para distanciarse.
Tribunas donde como santos ampararse.
Es fría la intemperie como frío es el bronce.
El bronce que tañe en duelo o el que retumba en salva de gloria.
Leones rampantes.
Leones tenantes.
Leones bellos y fieros durmientes.

Albedrío de baladrón

Razona el tirano de discurso evanescente.
Tirano de profundidad de charco, charco de lodo.
Me apedrea con su zafio discurso. 
Y espera que no le devuelva las piedras que tras impactarme caen a mis pies.
Ramplón estratega que se embarca en perdidas batallas.
Farfullas de fanfarrón.
Sombra de torre robada a punta de machete.
Deslegitimas lo legitimo para imponer un albedrío baladrón.
Albedrío de quien hace de su capa un sayo.
Hombre de paja que en el incendio y la falsía se hace un hueco.
Síndrome de totalitario que se erige en voz de la masa.
Borrón, tacha, lodazal en el que todo lo quiere tiznar.

Yo amo sin contrato y sin contrato me aman

Se pierde el abrazo de la mañana por la sangría que impone el reglado vinculo.
Ata a la rendida paloma es leonino contrato.
Sierva era ya solo por el amor.
Pero las técnicas palabras que todo lo socavan.
Hirieron en el pecho al entregado corazón.
Cautela que de todo desconfías.
Cautela que salvaguardas en la prevista obsolescencia.
Cautelas que en el interés contractual te mueves.
Como asesinas a la bella fiera que dócil lame la mano de su rendidor.
Yo soy paloma libre que amo sin atarme. 
Y fiel permanezco al lado del lecho del que sin contrato a mi también me amo.
Viento de palabras, palabras de viento.
Palabras escritas que vuelan y se arremolinan, en el sucio rincón.

jueves, 22 de mayo de 2014

Alas de la noche

Manosea el azabache la tristeza.
La tristeza que nubla la gloria de los días de sol.
Como voy a rezar a la emisaria de Tánatos.
Sombra de mi vida.
Sombra de mi luz.
Alas de la noche de mi desesperación.

Cuervos, ángeles negros

Ángeles negros con alas de sombra.
Ángeles diestros en la búsqueda.
Ángeles del brillo.
Ángeles augures de la noche.
Ángeles hijos traidores.
Ángeles de la soberbia.
En el lado obscuro os movéis.
En el lado siniestro reino tenéis.
Ángeles que sin haber caído. 
Fama de caídos tenéis.

Chapiteles bulbosos

Males de llano.
Males en el cuartel de los muertos.
Se borran los nombres.
Se funden los neones.
Se explica lo meridiano.
Pantanos de silencio.
Chapiteles bulbosos de creencias recias.
Lo diezmado se multiplicará por cien.
Lo menguado se crecerá en un millar.
Imprudencias de prudentes.
Inconvenientes de silentes.
Tormentas de choque.
Tras el relámpago llegará el trueno.
Será el terror un paraíso.
Se forzará al inocente a vivir bajo el temor.


El dedo señalador

Previsible comienzo.
Todo se inicia con el ímpetu de un dedo.
El ímpetu del dedo señalador.
Peligrosas marmitas de corriente salvaje.
Naufragan las más bellas construcciones.
En el entramado de enredos.
En la furia que desencadena un dedo.
En las turbias aguas de la señaladora envidia.