miércoles, 11 de junio de 2014

Cielo de sal

Si quieres que agradezcan tus caricias, véndeselas al mejor postor.
Solo agradece caricias el comprador de caricias.
No se obedece al amor.
Solo se obedece al temor.
Los peces son ángeles en el inmenso cielo de sal.
Buscaré mi salario en el mar.
Venderé mis caricias a las olas de sol.
Viviré saciado en los bosques de coral.

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