domingo, 31 de agosto de 2014

Solo cabe esperar la explosión

Hablamos del tiempo cuando este no está en nuestras manos.
La historia está llena de estrepitosos errores pagados por la carne de cañón.
La historia está llena de renglones y renglones escritos desde la conveniencia.
Hablamos de manejar, cuando ni nuestros más básicos impulsos somos capaces de controlar.
Estigmatizamos y resaltamos solo el estigma, cuando detrás de la parte hay un enorme todo.
No hay tiempo en este bravo mar hiperpoblado, donde las riadas y desbordamientos de la ingente marea humana son incontrolables,
Creemos manejar el imponderable de los futuros segundos, cuando en este pudridero de ideas, las soflamas corren libres como la pólvora y la verdad no puede moverse de maniatada.
No hay tiempo para la reacción, cerrada la espita de la sensatez, solo cabe esperar la explosión.

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