martes, 30 de septiembre de 2014

De ladrones

El ladrón siempre termina delatando al cómplice.
A el cómplice que es igual de ladrón.
Es delatado dos veces.
Una por su compañero de hurto.
Y dos por ser él, elque disfruta de la mercancía robada.

Arpías que van de dos en dos

Arpías que van de dos en dos.
Arpías amigas.
Amantes arpías.
Estrategias de acoso, asedio y ataque tramadas entre dos.
Multiplicadas por dos.
Cuatro manos para apedrear.  
Dos lenguas para habladurías difundir.
Arpías de oficio arpías.
Arpías de vocación.
Es fácil combatir arpías si las deslumbras con la razón.

Mi sumisión

El desamor muere matando.
Solo pasaré por el arco de triunfo de entre tus patas.
Con una tanqueta y apuntando hacia arriba.
Ese es mi sometimiento, esa es mi sumisión.
Derrotado pero con sabor de victoria.

Ramas enfermas

Ramas de árboles enfermos.
Ramas vencidas por la enfermedad.
Ramas que caen con estrépito.
Arroyando en el azar al casual transeúnte.
Precipitando el fin de alguien, que con ese fin, de su casa no salio.

Es un placer desahogarse

Es un placer desahogarse.
Desembalsar las palabras contenidas por la educación.
Es un placer llamar al pan, pan y al vino, vino.
Es un placer después de la calumnia, gritar para el que me quiera oír, la verdad.
Caldos que están apunto y que en la barrica de mi alma no se van a agriar.

No digáis nada, porque viéndoos enlodadas, sé de donde venis

Es la calumnia un terreno pantanoso donde el primero en hundirse es el calumniador.
Es la calumnia un lodazal donde el primero en enlodarse es el difamador.
Es la calumnia un bumerang que regresa con la misma fuerza e inquina que se lanzo.
Las gallinas viejas cacarean pero embutidas lucen bien feas.

De domingueras pintoras, que no pintan bien ni arregladas de domingo

A veces caigo en espirales de esperpentos.
En las espirales de las verduleras que vierten orines achocados desde sus ventanas.
Casas sin letrinas donde todas las miserias por los vanos se airean.
A veces caigo confundido por el cansancio del largo camino, en los brazos del embaucador Satán.
Viendo fachadas uno no atisba la magnitud de la inmundicia.
Viendo el vulgar paño, viendo el vulgar lienzo, uno no imagina tanta iniquidad.

lunes, 29 de septiembre de 2014

Si yo caigo todo cae

Si yo caigo todo cae.
Amenazas de amenazado.
Sala de babosos que están untados.
Contubernio de fulanas que arriendan esquinas.
Esquinas de un mundo de irregularidades.
Tocino para mil inviernos.
Tocino para asegurar los nidos de los nidos.
Cadena de comprados.
Son muchos los encadenados tras venderse.

Santa Áurea

De proporciones divinas.
De falsas divas que todo lo desproporcionan.
Ruido de barraca de feria.
De feriantas que viven en barracones.
De feria de esperpentos y colisión de vanidades.
Encabezados de calumnia y difamaciones de censura.
Circo de pulgas, pulgas que hacen circo.
Nada áureo es el botín, cuando el verbo de la incontinencia lo orina.
Tomo nota, aunque en verdad nada anoto.
Escribir es dejar testimonio, y en está reyerta de fulanas nada hay que testimoniar.
A la sombra del olivo, que el sol calienta y tanta ordinariez nada alimenta.

domingo, 28 de septiembre de 2014

Amores que venden cuerpos

Recorro con mis yemas los heridos labios.
Labios silenciados en la queja.
Labios de besos forzados en la anulación.
Recorre la caricia las palabras de rocío de otoño. 
Las hojas escritas y encerradas en el cajón del olvido.
A quien contar desgracias, si nadie quiere oírlas.
Las primeras lluvias queman los labios.
Los primeros frío hielan los besos.
Los primeros segundos uno se revela, pero luego se rinde al ritual macabro.
Jadeos que ocultan el dolor, gestos que enmascaran gestos.
Acarician mis yemas los labios par sanar las grietas del corazón.
Amores que venden cuerpos.
Cuerpos vendidos por amor.
Caridad para los labios besados por la traición.

Silenciados

El fascismo de los que se llaman antifascistas.
El totalitarismo de los antitotalitarios.
El sectarismo de los antisectarios.
Amenazados por los bodoqueros que sangran al silenciado.

Hierro para el enemigo

Es la suavidad el gran defecto del educado.
Y con suavidad no se para el golpe de una espada.
Seda para acariciar al amor.
Hierro para herir al enemigo.
Baremar con quien se habla.
Y discutir con su lenguaje.
Solo un férreo casco frena una pedrada.
Solo una pedrada bolla un férreo casco.

La fanfarria de la escisión

La debilidad es papel mojado.
También se choca contra el que está estacionado.
Es la tolerancia la que engorda a la fiera.
Y la fiera es solo una alimaña sarnosa.
Que medra en la lepra que son las trampas saduceas.
Prometéis manjares que huelen a cadáver.
Huelen a la voraz ansia que acorta la vida del pobre.
Para pagar la fanfarria de la escisión.
La escisión de un solar ya arrasado.

Son necesarios los torcidos


Son las mudanzas las que trastocan el orden de la culpa.
La involución de hoy se sembró ayer.
Y el que la sembró ayer, se sorprende del que recoge la endiablada cosecha hoy.
Hace mucho que el monstruo ya no mama, está crecido.
Crecido en el consentir, en el no haber sido domado a tiempo.
Vicios de lagunas educativas y de fiestas de desinhibición donde se han fraguado los vulgares instintos de la fiera.
Sin culpables, la culpa gravita sobre el recién llegado, el que en el desorden busca la puerta del orden.
Puerta cegada para reservar la nata y las flores del progreso a la progresía, que para nada quiere diluirse con el vulgo. 
Solo se es vulgo en los balcones de la arenga. 
Solo se es vulgo, para travestidos de su mediocridad y con sus dejes de incultura, faenar los votos.
Solo se es vulgo para volver a robar y medrar con el sudor del vulgar.
Y en irredenta espiral, que decimos haber extirpado, salvar al oprimido.
Oprimido que nos disponemos nosotros en el engaño volver a explotar y a oprimir.
Sofisticada y teatral opresión de sátrapas totalitarios que nada aman al cacareado pueblo.
Popular piara que solo vale para dar la grasa que pagará los lujos.
Trastiendas de lujo, donde lo criticado es aplaudido y donde la pana que gana votos, nada luce en esta trastienda de lujosos salones.
Son necesarios los torcidos, los hambrientos, los miserables, los explotados, los rendidos y ultrajados, porque sin ellos no existe el salvador.
No existiría el salvapatrias, si el pueblo estuviera salvado, salvado y sin torcer.

Blanco de mil testarazos

No necesito aplausos para saber lo que soy.
No necesito alcahuetas que pregonen lo que quiero.
Sé lo que está a mi alcance, sé lo que alcanzo.
Sé que lo alcanzado es carga y que ata el logro.
Sin necesitar y sabiendo de más, porque el saber pesa.
Camino con la testa alta, sabedor de que seré blanco de mil testarazos.

Creo firmemente que los seres bellos, son bellos hasta después de muertos

Envejecer no es morir.
Aunque tras la vejez llega la muerte.
Magnificamos la etapa torpe y pueril de la inconsciencia.
Y como acto reflejo, y supeditado al aplauso del fugaz paso por la regalada belleza.
Denostamos el fecundo periodo del aplomo y sensatez que da el vapuleador vivir.
No creo en lo recién creado, en el brillo que no ha sobrevivido aun a la guerra.
Ser joven es solo un periodo de transito, en el que descubrimos los talentos que tenemos y que debemos que hacer rendir.
Somos más tiempo porcelanas heridas, cristales virados por el poso de los vinos amargos.
Somos más tiempo mármoles que la intemperie muerde y doma.
Bronces que patinan los orines celestes, y los orines del envidioso que en la alevosía y de noche a nuestros pies nos orina.
Somos joyas usadas en mil bailes, pero que seguimos teniendo brillo para que nos vuelvan a usar.
Creo en la belleza de los surcos del meteorizador tiempo.
Creo firmemente que los seres bellos, son bellos hasta después de muertos.


Forrado de plomo

Está el corazón que late en mi pecho forrado de plomo.
Guarnezco mi latir de las esquirlas del maledicente.
Parapetado tras la cautela como reconoceré y me abriré al igual.
Caminar con temor salva la vida.
Pero convierte la vida en una cárcel.
Porque es una cárcel la precaución.
Vivir días en el miedo es contar y no vivir.
Vivir los días contados.
Es sin protección los impactos en el desnudo pecho recibir.

Azuzando a la zafiedad

Se reflejará la luz de Dios en la pupila del infante.
Solo el que aun no ha rodado por la pendiente del lodo esta sin magullar.
La vida mancha, y de que cruel manera.
Mancha y perennemente tu hermano te recuerda la mancha.
La envidia recuerda el tropiezo.
Y azuzando a la zafiedad, permanentemente contra ti lo lanza.
Vivir es ver traiciones.
Traiciones de envidia de próximo. 

El que domine el hambre ganará la guerra

El que domine el bando del hambre ganará la guerra.
El que tenga de su parte al grupo ingente.
A la marea apuñalada por la penuria.
A la marea pastoreada por la promesa.
Ese y solo ese ganará la guerra. 
Y luego olvidará que prometió migajas.
Y se asentará en el trono como el rey de ayer.
Con la misma corte y fanfarria.
Con los mismos vicios y maneras.
Cordeles que apresan conciencias y hacen del sediento vulgo una marioneta.
Ganará la guerra el que más prometa, el que más azuce entre bandos la inquina.
Es la democracia el mejor sistema, solo porque de todos ellos no es el peor.
Sumido en el reino de las medias verdades, el pueblo ira por el cauce que el arengador dictamine.
Pero de este grandilocuente circo de prestidigitadores y voceros pocos disfrutan.
Porque son pocos los que fuera de la riada están, protegidos por el ermitaño amparo de la soledad de la cumbre. 
Y a esos, a los visionarias solo se les hace caso a toro pasado, a guerra vivida, a descalabro sufrido.
No ser corriente, es nadar contra corriente, contra el reproche constante, y no llegar al valle si no remontar a la fuente de cumbre donde todo nace y otear el estropicio de los baladrones y sus melosas frases, y el embaucador cortejo de sus palabras de próximo, con las que se acerca al rebaño a esquilar la lana, y a chalanear con las fieras, eligiendo a coro, a las victimas propicias de la fratricida contienda.
Ese es el circo del mundo y los contubernios de los falsos pastores.
Todo esta coreografiado en los movimientos y estratagemas del pescador de votos.

sábado, 27 de septiembre de 2014

Amputar

El orgullo es bueno, pero si es excesivo colapsa.
Nada de solemne tiene el delito.
Nada de elevado el delincuente.
Uno decide cuando intervenir.
Siendo consciente de que el retraso obliga a cada vez más alto amputar.
Hay territorios que a pesar de las reticencias tienen y deben ser atravesados.
Duele perder un miembro, pero duele mucho más perderlos a todos.
No es el territorio, es la gangrena que habita en él.

El olor de ayer

Cuando uno nace en una cuadra, por mucho que se refine siempre huele a cagajones.
La capa nueva no todo lo tapa.
No borra el dinero el sombrio pasado.
No borran los nuevos modales las arteras mañas.

Deseos censurados

Disfrazados somos libres.
Nos desinhibimos y damos día de asueto a los códigos aprendidos. 
Travestidos de una nueva esencia, somos más auténticos.
Quizás la careta social nos entumezca tanto.
Que solo somos nosotros, cuando desnudos de prejuicios.
Nos liberamos de la tumefacción del restrictivo corsét educacional.
Enfundados en la fantasía, aliviamos el pantano de los deseos censurados.

Las pequeñas horas

Si para mi hasta la más insignificante de las causas es una gran batalla.
Si cuido lo pequeño como si fuera enorme.
Si me desvivo por las causas que todos dan por perdidas.
Como piensas que tras encontrarte voy a consentir en perderte.
No pienso en días, pienso en pequeñas e interesantes horas.

Medio niño no vive

Nada digno viene del traidor.
Fuera de la ley se tejen las redes de la usura.
Con las campanas de gloria, se tapan los gritos del pueblo que vive en la miseria.
El que a sabiendas delinque es dos veces delincuente.
Os veo y no puedo creer que en el verbasco tengáis jaleadores.
Divide y vencerás y vosotros solos habéis empezado dividiendo.
En un entorno seccionado no cabe la paz.
Amenazar con dividir solo permite ver la madre que realmente quiere.
Medio niño no vive, solo vive si la buena madre cede.

De allende los mares

Deseamos con desafuero lo distante.
Deseamos con desafuero lo que nos distingue.
De allende los mares.
Exóticos brillos de guacamayos a la selva robados.

Nada nace hundido

Las ideas sencillas.
Lo sencillo que es idear. 
¿Quien no tiene un haz de luz?
Que ilumine su hogar.

Nade nace hundido.
Uno se empeña en hundirse.
Nadie nace sin luz.
Uno se empeña en apagarse.
Primero el arar, luego el sembrar y ya se recolectará.

El oficio de mendicante

Exaspera la mirada penetrante del pedigüeño.
Del que con nada se sacia.
Aunque bullera en polvo de oro no se aplacaría su ansia.
Muy bien aprendido tiene el oficio de mendicante.
Muy bien aprendidas las cuitas de ojos de cordero y zorra tramposa.
Es una ralea que se extiende en la complacencia.
Y en la molicie espera mana.
Nada enmienda dar, si no se acompaña con enseñar a con los propios medios conseguir.


viernes, 26 de septiembre de 2014

Surcos de pesar

Lloro sintiendo como mi aliento.
En la frialdad de mi alcoba.
Empaña la triste imagen de mi espejo.
Corta distancia que recorren mis ojos.
Analizando los surcos de mis ríos de pesar.
Hoy igual que ayer es otoño en mi corazón.

Vendado, que no vendido

Soy un ser vendado, pero no vendido.
Soy un ser que se pone en pie, tras haber caído.
Soy un ser zancadilleado, pero que nunca ha zancadilleado.
Si mi ideal no renta, sin renta camino con mi ideal.
Es mi meta mi camino, pero no vale para mi fin el corto atajo.


Uno ve un fruto y sabe como es el frutal

Si el camino de la gloria fuera la maldad.
Sería malo a rabiar.
Pero no es ese el camino.
Por eso estoico aguanto los empellones del zafio.
Por eso aguanto la zancadilla.
Por eso soporto con desdén incluso el plagio.
Lo que el mediocre se lleva entre las manos de mi corazón ha salido.
Y el cielo sabe que del mezquino solo salen mezquindades.
Por eso duermo tranquilo porque lo que de mi corazón brotó ayer, brotará mañana y siempre.
Uno ve un fruto y sabe como es el frutal.

Aunque viva diez veces, el miserable solo atesora miseria

Que miedo tiene el mediocre a la muerte.
Que miedo tiene a abandonar este mundo con un equipaje de miseria.
A llegar ante el altísimo con las manos vacías.
Aunque en su interior él sabe.
Que aunque viviera diez veces.
Con las manos vacías llegaría.

jueves, 25 de septiembre de 2014

Sin pudor

Ciega la pirotecnia de la baratija.
El cascabeleo de la rima fácil.
El chisporroteo colorista de la cromática del photoshop.
Brilla lo mínimo, mientras se opaca lo máximo.
Ningún pudor tiene el ramplón.
Lleno de recato está el primero y mejor.

Murmullo

Murmullo de trinos en el bosque.
No cruje el suelo húmedo, en el que se descomponen las hojas.
Embruja la sombra espesa del dorado follaje.
Todo es fragor sin rumores, sin cacareos.
El campo no miente.
El pueblo si.

Altar de pajarucos

Deliciosa astucia.
Deliciosos agresores heridos.
Árboles de fuego.
Rezan los traidores en las primeras filas.
Las argucias del sebo. 
El bélico posar de la rabia.
Embriaga el hedor de cadáver, tapado con afeites de sarasa.
Es un parecer de fisuras.
Es un star de maquillados chancros.
Vale tan poco la verdad, que nadie la aplaude.
El pueblo se tira a los brazos del embaucador.
Brazos de grasa y tocino.
Besos de grasa y frite.
Astuta miseria de altar de pajarucos.

El pasajero talento

El pasajero talento.
En la desnudez rendimos imperios. 
Pero no es duradera la furia.
No dura siempre la gracia.
La fresca lozanía de los inocente años.
Hoy nos desean.
Mañana desearemos nosotros.
Desearemos en otros nuestra perdida frescura.

Sin viento nada hondea

Cuando no hay viento nada hondea.
Hagamos que no haya viento.
Hagamos que enmudezcan las banderas de discordia.
Solo existe lo que se le da existencia.
Solo insiste el que ve que se le abre la puerta.

Solo y a solas

Sorbo el café para despertarme y salir ala calle a saciarme de ruido.
No perseguiré conversaciones, solo algarabía y estrépito.
Demasiadas horas solo y a solas.
Para apreciar el silencio hay que empaparse de ruido.

Don dinero

Detrás del dinero no esta la felicidad.
El que persigue la felicidad no acumula dinero.
Con los medios precisos.
Pero sin hacer del medio un fin.
La belleza es estrella de la mañana.
Es luz de conciencia tranquila.
Tiene el día horas para trabajar para vivir.
Y horas para vivir sin trabajar.
Que tu hacienda no le quite horas al sueño.
Que tu hacienda no te quite horas de felicidad.

miércoles, 24 de septiembre de 2014

Seres de hielo

Es la confianza una esencia que en los principios entregamos a cualquiera.
Es la decepción una respuesta a la derrochada confianza.
Hoy muchos llaman a mi puerta, pero en el interior de mi casa casi ninguno entra.
Ya no doy calor a las alimañas.
Porque son seres de hielo que dejan fría mi alma.

martes, 23 de septiembre de 2014

Las cenizas del Condado

La llama es el chantaje, el viento la cesión.
En las berrendas palabras de amenaza crepita el odio.
Luminiscencias de fiera combustión.
Como conceder al que amenaza.
Como rendirse sus demandas.
Si en esa pira todo fenecerá.
El fuego solo genera cenizas.
Y en los Condados, el fuego solo eso generará.

El confort del egoísmo no da la felicidad

Soy el centinela de occidente.
El que nunca duerme.
El trastornado de la perenne vigilia.
El que no puede desenredar lo enredado.
El que persigue los idealizados brillos pretéritos.
A sabiendas de que no volverán.
A las flores solo agua fresca.
Pero el otoño, aun con agua, marchita el color.
Triste es el sino de los altos ideales.
Triste es el valle de los traidores.
El valle de los intereses espurios.
El valle de la vendida ley.
Si siembras odio, solo odio recogerás.
Un mundo que no sabe rezar y no sabe mirar al cielo.
Está abocado a devorarse asimismo, en la espiral de Saturno.

Duele la ofensa

Cuando uno cambia tanto, termina por no ser reconocido.
Sin cimiento que ancle, se va a la deriva.
Ofende la deriva al bien pensante.
Duele la ofensa.
Duele la herida.
Duele la traición en el alma del cristiano.
Muere el humanismo en las siglas que mutan.
Salvar vidas es delito.
Se jalea hoy el acabar con la vulnerable vida.
Duele ver que hoy los ideales son carne picada.

San Lino de Volterra

San Lino de Volterra o San Lino Papa fue el sumo pontífice de la Iglesia católica entre el año 67 y el año 76.
Según las listas episcopales más antiguas de la Iglesia de Roma, Lino habría sido el primer sucesor de San Pedro, al frente de la comunidad romana, por los cual la Iglesia católica lo considera el segundo Papa de los obispos romanos.
Se engalana la plaza de la portada románica, con el color de la gente.
Color de solsticio de otoño.
Color de fiesta en la agria atmósfera de los bagazos de las viñas.
Amarillean los castaños en el ámbar premonitorio del fuego.
Y llega al atrio el olor a tierra fresca.
Rumbosa va la mayordoma cuajada de volantes, más siempre es más.
Y mucho más en los festivos de estilismos imposibles.
Pueblo diezmado en las partidas del hambre de ciudad y progreso.
En la vejez no repuesta.
En los lutos recientes.
San Lino el Grande y San Lino el chico, y su algarabía de gritos y tracas.
Pueblos de piedras más nobles que sus gentes.
Pueblo de fiesta antes de que las noches largas lleguen.

Nada está dispuesto al azar en cuestiones de impulso

Elegidos para ser amados.
Con la carga genetica precisa para el amor.
Aturdidos en la atmósfera de feromonas, creemos elegir.
Nada esta dispuesto al azar en cuestión de impulso.
Todo está calculado y reglado en la impulsividad.
Somos más humanos en tanto en cuanto, nos negamos.
Nos privamos de forma calculado de la pulsión que nace. 
Seguir el derrotero marcado por el deseo es sucumbir a la ley animal.
No hay que olvidar la genetica pero domada por la moral y la ética.
El entramado del poder ya nada tiene que ver con la capacitación biológica.
Pero el deseo derriba cumbres y sustituye encumbrados.
Todo está imbricado.
Todo se puede desimbricar.
La disciplina no es innata.
La disciplina abre nuevos caminos.
La disciplina es un camino de negaciones hacia la más alta afirmación.
No somos como nacemos, somos lo que nos consentimos y nos privamos.
Somos en gran medida autoconstrucción.
Dime de que te privas y te diré quien eres.

lunes, 22 de septiembre de 2014

El Paraíso de Manuel Mujica Lainez

Lo difícil que es mantener en pie un paraíso.
Mantener en pie los logros.
Encontrar auspiciantes que den continuidad y riego al oasis.
No solo las bellas palabras hacen crecer los árboles.
Necesitan también nutrientes metales.
Necesitan el sostén del llamado vil metal.
Paraísos de cultura, remansos de arte.
Obreros para la mies del que con palabras nos acaricio el alma.

He soñado con ayer

Hoy he soñado con ayer.
He soñado con el valle de las margaritas, de pétalos que solo decían que si.
He soñado con la calma que precede a la tormenta.
He soñado que como ayer soñaba entre tus brazos que me decías que si.

De extremo a extremo el sillón es mío

De extremo a extremo el sillón es mío.
Todo es mío en el triste salón de mi infortunio.
Rica estancia labrada con los años y el tesón de mis egoísmos.
Nadie me quita nada.
Nadie nada me da.
Con nadie comparto nada.
Porque es mía toda mi soledad.

Octogenarias y cadetes

Hay octogenarias que creen rendir cadetes.
Hay cadetes que embaucan octogenarias.
No desearás a los hijos de tus hijos.
No fantasearás con tus nietos.
Estar al lado de la tersura acentúa más nuestras arrugas.
Desear no es poseer.
Soñar es gratis.
Y masturbarse con lo soñado también.

sábado, 20 de septiembre de 2014

Margenes de marginalidad

Es negro el futuro del paria.
Es violente el fluir del olvidado.
Del olvidado en el gueto.
En el pudridero de vivos.
En el recinto del lodo.
Parcelas para excluir.
Para que no manche el tiznado.
Par que no manche el obligado a tiznarse.
Aprisco para lobos.
Cercado de miseria que crea miserables.
Se hereda estatus en el barrio marginal.
En las casas del arrabal.
En el terreno periférico.
Terreno malo y de malvados.
En el caserío de las letrinas.
Risco de cabras.
Llega atenuado al centro.
El chapoteo dramático de la infancia del lodo.

Obras son amores y no buenas razones

No somos lo que decimos ser.
Somos lo que traspira nuestra piel.
Somos el sudor de nuestros trabajos de amor.
Esos que solo se remuneran con una sonrisa y un gracias.
Somos las horas que regalamos.
Somos las noches que no dormimos pensando en como duermen otros.
Somos obras, obras de caridad.
Porque la caridad es el alimento del que traspira amor.
Darse es recibir.
Dar sin color.
Todos PODEMOS dar.
Y el poder no tiene ni siglas, ni predica la división.