sábado, 27 de septiembre de 2014

Amputar

El orgullo es bueno, pero si es excesivo colapsa.
Nada de solemne tiene el delito.
Nada de elevado el delincuente.
Uno decide cuando intervenir.
Siendo consciente de que el retraso obliga a cada vez más alto amputar.
Hay territorios que a pesar de las reticencias tienen y deben ser atravesados.
Duele perder un miembro, pero duele mucho más perderlos a todos.
No es el territorio, es la gangrena que habita en él.

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