lunes, 15 de septiembre de 2014

El pueblo solo se ata dispersando el voto

No se puede gobernar a golpe de amenaza.
No se puede atenazar un mandato con la espada de Damocles.
Venderse para pagar el empréstito.
Si solo no puedes, no esperes que salga gratis tener compañero de batalla.
El pueblo que dispersa en florituras su fuerza, paga caro el descriterio de esa mescolanza.
Ententes de tuertos, acuerdos de codicia.
Se aviene el ratero si se le consiente el robo.

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