jueves, 23 de octubre de 2014

Insultos sin nombre

No es lo mismo un canto a la vida, que vivir dando el cante.
Uno se retrata en los distingos.
Uno se retrata en las distinciones.
En esa jerarquiza de afectos, que con las obras establece.
En la memoria ni existen los sacos rotos, ni las cestas rotas.
Por sus obras les conoceréis.
No por sus palabras, calderos rotos que en la necesidad nada sacian.
A veces el "amigo" toma partido en pleitos de pobres y vuelve a ofenderte y se retrata.
A veces se da la vuelta en la calle y finge no verte y vuelves a ofenderte y le retratas.
Los deméritos que te encarcuja, el que dice que te quiere.
Que te quiere bien mal, porque hace contigo lo que para el no quiere.
Extraños amores de camarote de los hermanos Marx.
Da risa en la distancia, porque en el momento lo sentiste como un extraño y grosero pago a tu fidelidad.
El viento lleva insultos sin nombre que terminan arremolinándose en las puertas de los que hacen distingos con tanta frivolidad. 

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