miércoles, 7 de noviembre de 2012

Injusta justicia de falsa élite

Saben los amantes bien entendidos que producen muchos intereses tres agravios seguidos.
No esperabas mi respuesta, pero tras tres demandas te respondo.
Y mira por donde tras tres ofensas seguidas, no te gusta de la mía ni el como, ni el cuando, ni el donde.
Mira de que modo colocando yo solo, la guinda de tu envenenado pastel de tres pisos, de improperios y gratuitas observaciones, te daño más yo a ti, que tu a mi con tu burda repostería.
Esto es el colmo, pierdo mi estar una vez y soy proscrito, tu lo pierdes previamente tres, y lideras la tropa de borregos.
Sorpresas te da la vida, y en el sorprenderte a la patulea retratas.
No es justa la justicia que para evitar el desequilibrio de al balanza con una mano sujeta y estabiliza el platillo cargado de ofensas, obviamente no es mi platillo.
Ver para creer y en el ver volver a etiquetar.
Viciado afecto que me profería la tropa de zamarros, que no era tal.
Se esperar, y en la espera se ve como todo se recoloca, eso si, ya sin mi.
No estáis conmigo, es obvio estáis contra mi.
Injusta justicia de falsa élite.

martes, 6 de noviembre de 2012

Ya nunca me tendras


Tres jarrones, un tambor, un lagarto y un Buen Varón.
Sobre la cómoda atestada hay de todo, menos espacio.
Soy el más.
Soy el pánico al vació.
soy la efervescencia.
Soy la capacidad para generar mil cosas en un segundo.
Siempre quiero más.
Siempre ansió el más.
Nunca es suficiente.
Nunca se lo suficiente.
Nunca esta saciada mi ambición de poseer.
Siempre me sorprende mi dislexía.
Un universo nuevo en el que inventar cosas que poseer.
Nunca es demasiada sombra azul.
Nunca uno es lo suficientemente perfecto.
Siempre tiene una fisura la impresión de perfección.
Nunca uno esta lo suficientemente preparado para perder.
Siempre es corta la distancia que interpongas entre tu y tus enemigos.
Soy lo finito.
Soy el infinito.
Soy la tierra que piso.
Soy la tierra que deseo pisar.
Soy necedad.
Soy ira.
Soy el que moriría por ti.
Soy que por ti también mataría.
Soy lo que has perdido.
Soy el que ya nunca volverás a encontrar.
soy el que aun estando a tu lado ya nunca tendrás.

Tatuaré un crismón en mi pecho

Tatuaré un crismón en mi pecho.
Sera la señal para el ángel exterminador.
Las gavetas repletas de toxicos, nadie las querrá heredar.
Nuciente saldo de nuciente vida.
Vuestros vástagos son odiosos.
Alimañas que han surgido de vuestras ponzoñosas entrañas.
Y traen de serie los mismos vicios.
Se reconfortan en el pecado.
Nazis del siglo XXI.
Chusma ordinaria que asesina a la élite, por el ansia de su brillo y estatus.
La curtida corteza del olivo me protegerá.
Vuestro reino no es de este mundo, sois seres del inframundo.
Os pierde la adicción a la corrobla y a lucir en las aceras vuestros burdos tipos.
Dejad de fregar umbrales y limpiad vuestra condenada alma.




Mañana os atacareis entre vosotras

No finjáis susto, vosotras sois las que asustáis.
Lluvia de cizañas.
Llanto de arpías.
Ahora os sorprendéis de la tormenta.
Cuando vosotras sois las que habéis evaporado todo el agua.
Sois el dolor de otros.
Sois famelizante cáncer.
Sois el malestar de los limpios.
Sois bestias corcovetas del averno.
Pellejas rubias de raíces muy, muy ,muy negras.
Negras como el insondable abismo de las malas acciones.
Sois corte de bufones de Belcebú.
Tacto de escamas y vahos de azufre.
Sois la maliciosa subjetividad de la portera.
Sois flaca moral y oronda inquina.
Las sarnosas pústulas de vuestra ética dicen mucho de vosotras.
Sois leproso código de conducta.
Hoy me atacáis a mi mañana os atacareis entre vosotras.

lunes, 5 de noviembre de 2012

Envenenadora de Ángeles


Gracias Felinos Ángeles, que todas las mañanas maulláis a Dios.
Me reconforto en el castigo, pero para vuestra asesina pido más.
Ella encabeza la lista, pero mi Dios, espero que continúes con todos los que han firmado la calumnia.
Se ha reventado el hinchado odre de ponzoña, que la envidia y el odio hizo crecer en el bajo vientre de tus entrañas.
No debería Dios mio, pero me alegro, y como estoy 
en racha, pido más, que mil ratas le roan las entrañas,y no paren hasta que estas desgasten sus dientes.
Envenenadoras de ángeles y proclamadoras de falsías., os deseo lo peor que vuestras retorcidas mentes para otros han anhelado.
A todos los canes y felinos que estáis en el cielo os ruego que os suméis a mi suplica, quiero que se retuerzan todos los renglones torcidos de esa zafia lista.




La estela de la celebridad

Me vuelvo contra ti porque el sino así lo quiere.
Vendemos nuestras destrezas al mejor postor.
Y es la siniestra quien compra destrezas.
Trágica obra de arte en movimiento.
Pavesa de lo que un día fue refulgente llama.
Agonía y belleza van de la mano por el inhóspito jardín.
Nunca son suficientes facetas.
Siempre es insuficiente el brillo.
Nunca se esta lo suficientemente alto.
Nunca uno es lo suficientemente inalcanzable.
La soledad del brillo.
La soledad de la altura.
La tristeza de ser inalcanzable.
La maldición de la estela de la celebridad.
Todo esta enturbiado por el turbio deseo.




Flores champlevé

Será como la blanca paloma acercándose a los cuervos jamás podrá confundirse entre ellos.
El broche de esmalte champlevé que campea en tu pecho dice que eres mía. 
Sabes que bajo el arco solio te espero.
Los poetas encandilaran al vulgo y el vulgo se dejará encandilar.
Seré el ángel, lesionado en la caída.
Las heridas del alma son para toda la vida.
El duro precio del tropiezo, que desde el espíritu tortura el estío mortal.
Muero en el sarpullido de la floración de las flores del mal.




El indolente corzo

Bajo la indolente y vítrea mirada del corzo.
Saciados en el banquete y embriagados con el vino de regusto moscatel.
Ni divino, ni humano, conversaciones de mortales.
Torturadas por la voz de canalla.
Rendidos a la postre en el sofá.
Con la más gravitadora aun, obra de taxidermia.
Aguardiente para aguantar la desidia de la llovizna dominical.

sábado, 3 de noviembre de 2012

Mater irrepetible

Me es imposible llorar, pero siento tu dolor tan dentro que nadie lo ve.
Quisiera sufrir por ti, sentir tu dolor para que quedaras libre.
Pero Dios no me lo concede, aunque se lo pido con tesón.
No te preocupes insistiré y esa puerta terminara abriéndose.
Verte feliz me hace feliz.
Pero cuando lloras, no puedo.
No pedo ver que el tiempo te haga daño.
Que el dolor te haga daño.
Que Dios no me escuche y te haga daño.
Te debo tanto, te lo debo todo.
Vivo por ti y a ti me debo.
Madre de madres.
Mater onírica, mater cálida, ecléctica y amarga.
Te consumes pero tu belleza se acrecienta.
Quisiera dártelo todo, porque todo te lo debo.
Aunque te mereces más que el todo.
Por eso me revelo contra Dios.
Si hay algo que no te mereces es el dolor y la infelicidad.
Madre de madres, madre única y perfecta.
No llores que tus transparentes ojos no han sido creados para llorar.
La profundidad de tu mirada esta hecha para la sonrisa.


Quisiera

Besar tus labios quisiera.
Y saciarme en el fresco silencio de tu boca.
Rozar con mis labios quisiera.
Tu perenne sonrisa.
Y darte con ternura ese hondo amor que late en mi.
Sentir tu gozosa fuerza quisiera.
Y perdido en el deseo ardo en la espera.
Titubeo, descubro en ti extrañezas.
Besar tus labios quisiera.
Y saborear el rocío de tu lengua.
Está en ti ya mi fuerza.
Besaré el fruto maduro.
Antes de que el tiempo lo pierda.
El amor bien lo sabe.
Que la vida consume belleza.

Las cenizas del desasosiego

Te quiero tanto y es mi querencia tan profunda.
Que tus raíces me hieren.
Hurgas con felinas caricias en lo más íntimo de mis entrañas.
Eres flamígera y caustica.
Tórrida hiel.
Te quiero tanto.
Prohibida furia.
Cismático destierro.
Te quiero tanto.
Lluvia de infinitos tonos.
Te quiero tanto y te llevo tan dentro.
Espina cuyo hollar anhelo.
Arrasame, clava tu hierro en mi tierra.
Borra mis miedos.
Esparce en mi páramo.
Las cenizas del desasosiego.




viernes, 2 de noviembre de 2012

Eco

Día de difuntos.
Día de tristezas.
Día de atmósfera gris.
Día plúmbeo.
Día erosionador.
Día de flores toxicas.
Día de ecos de llantos.
De llantos que producen eco.
De ecos que quieren dejar de ser eco.
Y diluirse en el aire y morir

El gran vacio

No tienes atalaya, pero tienes balcón.
Desde el pregonas sermones de ponzoña.
Bandos de deflagración.
Oronda arpía, con destreza para caminar con dos patas.
Buche de hiel.
El vulgo te soporta, mas yo no.
Pido hoy día de todos los santos, a toda la corte de santos, que desaparezcas.
Quiero sentir el gran vació que dejara tu ballenato ser.




Caracolas

Te torturaré con el brillo de las caracolas.
En la verde arena sintética.
Absorberé como un hermeneuta.
Lo que no dices en tus delicadas tormentas de mi.

Desde el amanecer

No me arrepiento, mas pido perdón.
En la escalera helicoidal que conduce a la gloria, otra vez he tropezado.
Soy mis tropiezos, soy mis defectos, soy mi ira, mi cólera, soy desaliento. 
Pero sobretodo soy esfuerzo.
Esputo sangre pura y roja.
Soy mortal y frágil.
Somatizo el gran dolor y mi alma atormentada hiere a mi cuerpo.
Quiero descansar, la altitud del ascenso me asfixia.
Bicho aniquilador que amarilleas los barnices, trasmutando el recuerdo.
Frágil es la vida, encerrada en los frágiles cuerpos.
Templos de cristal que al mínimo impacto se hacen añicos.
La devastadora lanzada.
La devastadora pedrada.
La devastadora saeta.
El devastador y certero hacha.
Eres turbiedad.
Eres oscuridad.
Eres supina maldad.
Eres mi tropiezo.
Obsesionado por congelar instantes, pierdo el disfrute instantáneo del momento que ya nunca volverá.
Antes la maldad me amenazaba a medianoche, a tu lado me acecha desde el amanecer.