sábado, 1 de diciembre de 2012

Los salones del inframundo


Acarcavado paisaje de hemipléjica orografía, fungible estar de nada brillar.
Birlibirloque de desgarrada estela.
Sansirolé con ínfulas de más.
Aforismo de usura.
Revejido cuero que no tensa ni la mano de Dios.
Tildada en demasía por tu propia boca, catacumba de ultrajes.
Sierra desdentada que hiere estrepitosamente los dos lados del corte.
Paupérrima y senecta Lolita.
Vedette de los salones del inframundo.

miércoles, 28 de noviembre de 2012

Transmigración

Tu compites con los abejarucos, ellos son los originales, tu el plagio.
Brillo de stras.
Ellos en el talud. 
Tu en el llano.
Aplastante calor de corteza de sal.
En la depresión brotaran flores de persecución.
Nada sana, ni nada calma el dolor de mi llaga.
Tumefacción de desamor.
Jadeo de volteada tortuga, agonía de esperado fin, inmovílismo.
Veredas sin transito cuajadas de hierva.
Las arenas doradas serán refugio de lagartos.
Dunas móviles que desorientan inocentes.
Llegar y desaparecer, en un instante, arrasador festín de buitres.
Las irritantes urracas también acudirán.
Nunca se está solo, los nichos contiguos en la cadena trófica se tocan y hay que luchar para sobrevivir.
Yo subsisto, no figuro en tu menú.
Preciado estar de apenas flotar.

martes, 27 de noviembre de 2012

Sansimonismo



Intolerable torpeza de estrechez supina.
Penuria de ingenio y estratagemas de bribón.
Heredad asolada por vientos altanos.
Alud de torpes deletreos y algarabías de garabatos.
Turbio plepa.
Me lanzaras a la torca que cavó tu paciente maldad.
Orografía de odio.
Estorbo estoposo que me desangra el ingenio en cuarteles de rendición.
Si soy yo el sagitario reverente.
Obligado a un lucífugo estado.
Condena, delito de deicida.
Adoratriz de santas de cartón fallero, ninot no indultat.
Pleito que daña mi sandalina madera.
Me estomaga tu ruido tanto que todo me retumba.
Eres burda caricia, eres refregón de sal.
Eres un perpetuo deglutir de babas de Lucifer.
Dime con que te alimentas y te diré lo que eres.
Sapo, escuerzo, vomito negro.
Me abono al sansimonismo que se que me zonará muy, muy lejos de ti.
Tengo claro mi sitio, las primeras filas, esas que tu ocupas en usurpación titiritera.
Justicia para mi y los míos, la pido en un santiamén.
Los segundos de demora son estocadas al más fiel.
Bordeare tu plagio y la sima donde nos quieres hundir.

lunes, 26 de noviembre de 2012

Fuera de tendencia


Arriba irresponsable el ridículo fracaso.
Núcleo duro en fisión.
Profusión de cuentas y gastos.
Hay que reír antes de llorar.
Apolillado mantón que apenas tapa con su diezmada trama.
Falseado escrutinio.
Raso éxito, de divas en declive.
Trastornos que el tildar acentúa.
Diacrítica enfangada existencia.
Estrategias de subsistencia.
Mísero talento, fuera de tendencia.




Atropos, córtalas ya


La sacrílega tijera diezmara párrafos, minimizando mi existencia.
Mortecina luz para el amortajado momento.
Lento y calmo corre el reguero por la jamba.
El eunuco en el atigrado diván.
Busca trastornos que tilden su nada estelar presencia.
Niñas de mantecas cenicientas.
Puñal que abre lutos, lutos que empuñan puñales.
Grey, tribu, jauría que con uñas y dientes defiende injustos y heredados estatus.
Lomas en las que pastan merinos.
Lamas en las que se carda la lana.
Lana merina que compra machetes.
Asesinos machetes que ganan la fama.
Fama que mece cunas injustas.
Pastores de merinos conservadores y ladinos.
Torres de llano que todo lo ven, todo lo saben y todo lo estorban.
Berrea el ramplón reclamando por la potencia de su don, liderar
el clan.
Las que hilan donde están, hay madejas que la justicia pide ya su fin.
Átropos córtalas ya.

domingo, 25 de noviembre de 2012

Tabaibas

En la ardiente, porosa y áspera graba volcánica, vomito infernal.
Rodeado de euphorbias regis iubae, descanso nectoriano entre populares tabaibas.
Nada en el cielo, nada en el agua, solo las lavas y cenizas lastiman mi espalda.

Peregrina

Cuando yo empece a frecuentar a Doña Peregrina Lemos Martín, yo tenia 14 años, la descubrí haciéndole una entrevista para el periódico del Seminario.
Era una mujer exquisita, y digo era porque imagino que habrá muerto. Cuando yo la conocí Doña Peregrina tenia 83 años, y ha pasado ya mucho, mucho tiempo y es imposible vivir tanto.
Era una mujer bella y frágil. Su marido Don Manuel Escribano era pintor, por eso me fascine tanto por ella.
Después de la visita la seguí frecuentando, y puedo asegurar que nos hicimos amigos.
Me fascinaban los cuadros, su porte, su pequinés, su criada Ana María, su casa y sus ceremoniosas y elegantes rutinas.

Tiempo atrás


Todo era natural, como la natural naturalidad.
Todo era triste, como la triste tristeza.
Todo era gris como el tizne de las malas acciones.
Siempre había previsto que aquel seria el desenlace.
Se refería a los hechos, al vivido pretérito.
Todo se había diluido como un terrón de azúcar en un oscuro té.
Aun así todo tenia un poso amargo, regusto agrio de limón.
Frases colgadas sin respuesta, un adiós que ya nunca se materializará.
Sorpresivos posicionamientos y una demorada victoria, que podía ser más sorpresiva aun.
Grano a grano, el dejar pasar el tiempo iba pudriendo los rubís de la granada.
No era su talante, tenia que ser que había aflorado una animadversión más antigua.
Acunar venganzas es una cuestión de años, y cuando llega has olvidado el porque.
Seria yo el chivo expiatorio de una dañina urdimbre que se les había enquistado tiempo atrás en el alma.




sábado, 24 de noviembre de 2012

Fajón, zampón, melocotón

Pasivo pasado, impertérrito bajo el arco fajón.
Frases de nada, nada de gloria, nada que ahoga.
Blasfemar es tu fuerte boca de sapo henchido como alharaca huera de bufón en apareamiento. 
Racimo de cardo, de agrias hieles, de bilis y cólera.
Tierra volteada por el fornicio arado, arado de sarna, sarna de mente, sorna de vida.
Tropa, tropita de parásitas garrapatitas.
Ansia de don, don sin din y vulgar repique de zampón.
Todo te lo digo con mis labios de melocotón. 




Los vítreos ojos

Aterrado en la senectud de las tarántulas.
Hedor etílico de lupanar.
Maceración de vicios y de alcobas sin ventilar.
Remontando el perpetuo crepúsculo.
Rostros simiescos de cuarteados afeites.
Flores sin un misero día de gloria.
Flanquean la puerta dos caballos, se que recibes en ahorro dantesco.
Pelo mugre, mugre de alma.
Se quien te sujeta la palangana, es la travestí que nació ya ajada.
Si pudiera yo persuadir a quien tu vicio profesa, bien sabe mi Dios que lo haría.
Tapa los ojos a la virgen de candelero, que ofende tu fornicio a los vítreos ojos de la modesta talla.




Batalla sin cuartel

En el juego de denostar, no olvides jamas, que tu también seras denostado.
No esta en tu campo la exclusividad de la acción.
Es cuestión de física muy básica, toda acción conlleva una reacción, todo cuerpo sumergido en un fluido desplaza un volumen idéntico al que el posee.
Ganar la guerra no es algo que tu pillas y te lo quedas, es estimar que en el tablero quedaran pocas tropas, porque las habrás sacrificado en la batalla sin cuartel de tus necias acciones.
Dime que no crees que el mundo gira entorno a ti, porque sino pensare que estas más tonto de lo que estas.....................


El arte moderno

Impresión digital, impresión fotográfica, impresión vinílica, impresión impresionada, impresiones nada impresionantes que no dan impresión de nada.
Nada rendidos ante la ristra de cuñas que reclamaban una peana para estar a la altura de tanta ramplonería.
Un mariquita mastín, haciendo de cicerone, y deslumbrado por el rostro televisivo de Pilar.
En una baja tarima un pollo- cerdo atónito miraba de reojo a la azul lengua, no deliro, ni es una pesadilla, es real, la vida misma, fuegos de artificio con pólvora del rey.
Circo del traje inexistente del emperador.
Cohorte de desinformados, que hacen la guerra contra el criterio, tino, buen gusto y saber hacer.
Feria de vanidades impresas en grandilocuentes papeles con nombre y apellido, mas nunca fue menos y estuvo tan cerca del nada.
Jaula algarabía de locas que como aves de rapiña se lanzan al cada vez más escaso canapé, único alimento que realmente alimentaba..................

Tertulia de ofensas

Cuartel de espadas.
Calle de vientos.
Torre del aire.
Escalinata del puerto.
Plaza de armas.
Ultrajado convento.
No rinde cuentas.
El plantón de cardos.
Y es certero su tino, con el mortal dardo.
Plazuela de vicio.
Corrobla de chismes.
Invulnerable estima.
Pendón de duelo.
Enemigos amigos.
Traidores amigos.
Tertulia de ofensas.
Mesa de calumnias.
Tortuosa procesión de vírgenes necias.




viernes, 23 de noviembre de 2012

El bello descuido

Coronados por la fragilidad de la materia, por la corta existencia de lo efímero, santos de puntuales modas, si hicierais milagros todos los días, no caeríais en el olvido, ni en el bello descuido.

Nada me espanta

Es raquítica la cizaña de mis campos, casi la doy por extinguida.
Ya nada me turba, ya nada me espanta, duermo tranquilo con los ángeles que moran en mi casa.
Lava el roció mi tabula rasa.
En el mar sin limarones y sin zozobras ya no naufrago, todo es ya calma.
Destrezas de mano diestra por la siniestra burdamente remedadas.
Todo me place ya en esta balsa.
Frases de ira que consumí en la pira de la cizaña.