domingo, 14 de julio de 2013

El mordiente sol estival

Pálpitos de apostadores.
Apóstoles de la relatividad.
Abnegados visionarios de mordiente sol estival.
Siempre he reprimido la contestación al insulto.
Rinde el no plantar batalla.
Es tan pingüe la blandura de huir con el rabo entre las patas.
Insolentes mis ojos en este rebullir.
Es renegador este resentido rencor.

Asunción

Estoy preso de la desconfianza.
En esta telaraña de despechos.
Extractar es crear una opinión.
Es el síndrome de elidir.
Pasar por alto evitando el escoyo.
Sorteando el elemento distorsionador.
El renglón que nos cambia el plan.
Medias verdades, grandes mentiras.
Reconstruida historia, que ya no es historia sino historieta.
Vicios privados de muñidores.
Párrafos de arengas y de fanfarrias.
Desbravado esta el caudillo que en la cúspide reino.
Para ocupar la cúspide no solo hay ascensión, sino también asunción.

sábado, 13 de julio de 2013

Las enemistades impuestas

Las enemistades impuestas, asumidas sin digestión, solo como vinculo por permanecer en un grupo.
Que agarrotadora es la fe ciega.
Odios de correligionarios.
De manipulable vulgo.
Enemigos entre nosotros.
Enemigos porque así lo decidió el líder.
Tildadoras cúspides que arrastran pirámides.
Peligroso es seguir a tientas a quien para sus fines te utiliza.
Pensamiento grupal o pensamiento propio.

Tiembla bondad

Coronado de espinas asciendo a mi gloria.
Asciendo por las puertas del pringue.
Y siempre algo se pega.
Desgasta el soberbio engaste el roce del tufo.
Todo araña, todo deja macula.
Todo deja un rastro, un hedor a grasa.
En desbandada huyen mil golondrinas tras retirar de mi frente mil espinas.
La derrocada líder de las manchas macera en pringue el cobro del desmoche.
Al negro sol, a la luz de los cometas azules planea la próxima guerra.
Fétido aroma de sarasas bufones y fulanas que en el altar del vicio su virginidad mil veces ya perdida proclaman.
Una vez más venderás a la enana como no ultrajada.
Una vez más comerás frite a su costa.
Costaleras de Satán.
Mulas de anchos costillares que cargáis a vuestras espaldas mil crímenes, mil mentiras, mil falsías sobre vuestras agrias vidas, hijas de putas y contubernios de borrachos.
Cerebros gruyer desinstruidos y con mil cráteres de miseria, lavas de crimen, cenizas de venganza, dolor de mala genética que en las sórdidas alcobas en las que reposáis vuestros cuerpos, buches de tocino, parís tras vuestras vulgares preñeces monstruos de vuestra misma atroz ralea.
Tiembla bondad porque esta zafia especie no se extingue.

viernes, 12 de julio de 2013

Disparos al aire

Saltar al vació sin temor es el mejor fin.
En el desfile de las fumarolas.
Serán los disparos al aire.
Salvas de triunfo, que al cruzar el cielo perdidas asesinen blancas palomas.
Tu triunfal entrada sumará al camino de pétalos de rojas rosas, el rojo del rubí sangre de paloma.

Dagnatio magna

Vivís en los reinos de la brisca, el burro y el mentiroso.
Hora llenas de pasatiempos.
Pasa el tiempo inexorable.
Pasa veloz y sin escribir ni un renglón.
Vida de asnos.
Asnos de nucientes vidas.
En el estrépito rapiñáis mendrugos de pan.
Buches supinamente saciados que siempre encuentran un hueco para engullir algo más.
Matronas apostadoras en río revuelto.
Habéis menester de hornacina.
Altar cimentado en el osario de los bellos seres que vuestra orondidad devora.
Sortearé los cuchillos matanceros que me lanza vuestra rijosa descendencia y los pajarucos que que con vosotras yacen.
Si no esta escrito, yo lo escribo y con ello dejo constancia, " solo leyendo seria viable que vuestra mano y corte perpetrase mi dagnatio magna."

jueves, 11 de julio de 2013

El aprisco

Solo si sobrevives habrás vencido.
Rápida carrera de cabestros.
Traidores mansos.
Matronas de las favelas.
Arribadas a zona burguesa.
No todo se compra.
No todo se tiene.
No todo se logra.
No alcanza la hiena el porte del gamo.
No logra  la zorra la candidez del cordero.
No hace el star el aprisco.
Son los que en el aprisco están los que le dan al aprisco star.

Papiroflexia

La vida es un frontón.
Dime como la lanzas y te diré como revota y vuelve.
Son los egos superlativos los que atrofian la naturalidad.
Cauces ficticios de prima donna.
Extraños santos, en los que depositan la fe los necios.
Es tan poca la gente que estima llevar alhajas en le corazón.
Tus sentencias me servirán para hacer papiroflexia.
Tras vuestra falsa castidad se esconde vuestra vocación de sabotaje.

martes, 9 de julio de 2013

Colisión consciente

Escribientes de  esquelas, zalameras y de trufa ansiosa.
Desparpajo de insolentes.
Benévolas transcriptoras de sentencias de asesinos.
¿Con que os pagan, que os lleváis.?
Curiosa franqueza, de la que presume el vendido.
Uno no elige a sus admiradores, pero si colisiona conscientemente con sus detractores.

La rebañadera

Aterrorizada esta la verdad tras el abigarrado enrejado.
Filigrana carcelaria de calumnias.
Es el camino de los parabienes.
Camino por el que transita toda clase de ganado.
Cañada muy real, real de vicio y acarreo.
Más os digo, la rebañadera traerá a la luz el arma de vuestro delito.
No existen pozos donde la verdad para siempre podáis enterrar.
La luz arrinconada por los intereses espurios, más temprano que tarde aflorará.

Hordas cainitas

La luz de los mutiladores días.
Luz que llena de recodos mi alma.
Reclamo calma en el cobro del olvido.
Inmerso en la toxicidad de las orzas de borras.
Amputan las horas las ilusiones y aterrizo en segundos en el escarificador suelo.
Con sigilo camino entre las huestes del enemigo.
Me rinde el peso del paso del tiempo.
Me rinde la ceguera que da la ignorancia y su imposible de dinamitar discurso.
Me rinde la falta de vigilia.
Me rinde la claridad meridiana con la que veo tus más bajas pulsiones.
Cambiarán alguna vez los turnos.
Es de ilusos pensar que no rinde el número.
Hordas cainitas de ignorantes.
Hordas sedientas pero no de verdad.
Pastor de acémilas soy en este valle de irremisibles lagrimas.

lunes, 8 de julio de 2013

La mancha del estafador

Trabas al golpe de estado.
Golpe al estado de catástrofe.
No siempre el pueblo sabe discernir.
No siempre sabe analizar.
Fácilmente se deja embaucar.
Por los pregoneros de un bienestar sin fondos.
Por los pregoneros de una ficticia igualdad.
Es conveniente tratarnos igualitariamente, pero iguales, iguales no somos.
Circulo de vicios, circulo vicioso.
Sitiado está el cordero en la corte de los lobos.
Domadores de voluntades, voluntades domadas.
Chirría el sol de justicia, mientras se asolana la mancha del estafador.

domingo, 7 de julio de 2013

Partículas soberbias y engreidas

Os mido en la capacidad que tenéis para cerrar los ojos, para permanecer ajenos al dolor, a la injusticia, al desorden que supone jalear con la no reprobación la barbarie del cruel.
Loa asesinos de ángeles existen. 
Los ángeles sufren y en vosotros y en vuestra facilidad para el desdén no encuentran ni apoyo no consuelo.
Somos en el cosmos una partícula engreída y soberbia.
El devenir, esta indolencia nos la devolverá.
Ya no creo en nadie, ya no creo casi no en mi, ni en mi capacidad para predicar en el desierto.
Me duelen los ojos de llorar agravios.
Me duele el corazón por no poder empuñar un hiero y matar a hiero al que a hierro mata.
Crisis ética, moral, de conciencia, de empatía, de caridad, de amor a un mundo en armonía, donde todos seamos iguales, y el humano ocupe su sito, la última fila por monstruo retorcido que ha segado sin necesidad mil vidas.

En el zarzal del tarascón

En las zafias está tan arraigada la costumbre de hacer daño, que es lo único que saben hacer.
¿Qué puede legar al mundo el vulgar?
Es obvio, zafia vulgaridad.
Enredado en el denso zarzal de las zamarras, de los tarascones, de los monstruos sarasas, que esputan en sus crisis de asma purulentas babas de inquina.
Que contexto tan atroz el escenario de mis días.
Marcharé al fin del mundo donde los orondos seres no me seguirán.
Allí no llegarán, por que nada allí poseen y porque es un camino de cuestas, de esfuerzo y de elevados principios morales.

Nada temo en la cumbre, en la que el nocivo bicho no tiene hueco, ni eslabón en la cadena trófica.

Que la mano amiga restañe mi herida

Vengar el fallido amor en los amores futuros.
Tropiezos que arrastramos.
Piedras de dolor que nos hurgan en las entrañas.
Rémoras que nos impiden correr.
Lastres que nos impiden volar.
Solo pensar en volver a tropezar me desordena.
El mañana no tiene la culpa de la tormenta de ayer.
Parapetado de las caricias, me lamento de no tenerlas.
Sangra mi corazón e impido que la mano amiga restañe con su amor mi herida.