lunes, 3 de agosto de 2015

Esquirlas para mi mortaja

Léeme en las palabras que se repiten.
Son las notas del dolor.
Bajo continuo y maldito.
Oda a la muerte del que me tendía la mano.
Réquiem soberbio en el que lloraré.
En el que haré de mi llanto un envidiado gesto.
Abandona la debilidad mi cuerpo con tanto cañonazo desacertado y certero.
Esquirlas para mi mortaja.
Piedras para mi mausoleo.

Ser diferente es una contienda

Ser diferente es una contienda.
Librada en la arena, la burocracia o el lodo.
Decepción edificada con las piedras del vituperio.
Es estar solo, haber nacido solo, estar forzado a la cautela de la soledad.
Que fácil encaja el tierno ladrillo de adobe.
Que difícil tiene coronar el arbotante la labrada aguja del pináculo.
Unos sin fuerza y otros canalizando fuerzas para que el edificio ligero pueda volar.
Casas de arrabal.
Sillar de palaciego solar.

Mundo pequeño

Hay tanta suciedad en las redes.
Estrellas que nacieron muertas.
Que solo saben dejar una quejumbrosa estela de babas.
Obradores de crueldades.
Mundo pequeño de bordes empinados.
Pozo de agua donde precipita la infinita sal.
Mar minúsculo y muerto.
Inquisitoriales círculos que solo buscan estrangular.

Ante mis Santos sin vuestra iniquidad

"Yo cuando cierro la puerta de mi alcoba y me desnudo ante mis Santos, me quedo a solas conmigo, fuera sin perturbarme queda vuestra iniquidad."
Yoransel de Omatog

domingo, 2 de agosto de 2015

Moles al ritmo de la ira

Determinados obscenos bailes reclaman hoy también proféticas cabezas.
Orondas Salomes que mecen sus celulíticas moles al ritmo de la ira.
La ira de ser, la ira de no ser, la ira que provoca envidiar.
En bandejas de acero inoxidable, pieza clave de sus vulgares ajuares.
Todo tiene su panoplia y esa es la que marca la escenografía y el baile.

Bota dura y cruel

Es el amor un lujo.
Un caro lujo.
Un lujo caprichoso.
Es una bota dura y cruel.
Con la que el desamor te da patadas.

Me distraigo

"No simultaneo placeres porque no me gusta enturbiar los disfrutes. Me distraigo tanto, con facilidad me distraigo."
Yoransel de Omatog

Manjares inexistentes

Dilaciones de mezquino.
Deja de existir el que no insiste.
Sin presencia nace la ausencia.
Nace el ideal y el ideal sólo es, el constructor de la decepción.
En sueños se sacia el hambre, con los más ricos manjares.
Con los manjares inexistente o muy, muy distantes.

San Ken

Becerritos dorados de plastilina.
Diestros en hacer expurgos.
Netos, rasos, mondos.
Cacharritos limpios de zaguán de casa paleta.
Sin polvo, sin bagaje, posicionados en una perenne tibieza.
Nenazas bienqueda.
Mansedumbre no es indolencia.
Soportar bofetadas no entraña no buscar la justicia y abandonarse a la inacción.
Como se lía el pobre de espíritu.
Como se lía el lastimero.
El perrito faldero que nada es sin estar bajo las faldas de mamá.
¿Cómo hago sin hacer?
¿Cómo se solucionará el entuerto sin intervenir?
Ken de los altarcitos, muñequita para que con falditas la vista mamá.

De espaldas

"La realidad no tiene espaldas, somos nosotros los que le damos la espalda a la realidad, y por eso no deja de existir."
Irsia Carolain Sprimbol

Palabras con olor, color y sabor

Hay palabras con olor, color y sabor.
Palabras de calma y de ira.
Palabras parábola y elipse.
Palabras veneno o sanador bálsamo.
Palabras cargadas, minas antipersona.
Texto donde es mejor no adentrarse porque es un campo minado.
Nos sumergimos en los estanques de redención de otros con extrema frivolidad.
La medicina que a mi me sana, a ti te mata o altera.
Estados alterados tras el inconsciente chapoteo en el pantano de extrañezas, de aguas urticantes que son los mensajes subterráneos de los ríos del verbo.
Leer no es fácil. por eso leer requiere de la destreza de comprender.
Hay palabras de sal.
Palabras olas de mar.
Palabras de brisa, de aliento.
Palabras beso.
Palabras luz del alba.
Palabras estrella de la mañana.
Pero también hay palabras de dolor que provocan al leerlas el llanto, el desasosiego, la intranquilidad que provoca imaginar que perdemos.
Palabras hiladas que con seda nos atan.
Palabras cadena de eslabones soberbios, que nos precipitan al fondo donde habitan los fantasmas, palabras que mecen el pantano del miedo.
Palabras, palabras que se deberían leer con una cierta asepxia y distancia.

sábado, 1 de agosto de 2015

Aspasia

Aspasia, buscáis calles llenas de sangre.
Arrogante es vuestra maldad extrema.
Microcosmos infecto.
Madriguera de gusanos.
Rueda sin ejes que va al descalabro.
Laten pérfidos los corazones de frío.

En nombre de Dios

Con frecuencia las guerras surgen en nombre de Dios.
Con frecuencia intentamos matar a Dios en la guerra.
Y Dios nunca muere.
Y siempre se declararán guerras en nombre de Dios.

Llaman "palabrujos de libro" a mi rico léxico

Soy yo hasta sin defensa.
Hasta en el desierto de aliados donde nadie me defiende.
Se retrata la vulgaridad llamando al léxico, palabrujos.
Necia que desde una alejada orilla monta en cólera.
Con la información sesgada que le dan los restos de los naufragios. 
El que todo lo compra, tiende a pensar que lo que posee el otro todo es comprado.

No sé si lo recuerdo

Todo lo tragará la nada.
Hasta la subyugadora belleza se esfuma en la niebla.
Fui inmortal entre sus tallos fresco.
Pero con precisión no lo recuerdo.
Aunque se pierda sé que estuve enrojecido al galopar.