domingo, 3 de junio de 2018

Marlene Dietrich


La luz cenital, esa que nos baña cayendo del cielo, de unas alturas que muy pocos son los llamados a habitar.
Piel de ángel, de camaleónica tersura, de subyugante finura.
Sólo la belleza nos hace principes, nos hace principales, nos yergue en los secarrales de la osada imperfección.
La luz delatora, que a la perfección acaricia y por ella se desliza, regando de caricia la piel de seda, del tildado por natura, con el brillo celeste de la estelaridad.
Primeros e insoportables primeros planos, planos cortísimos, que retratan cacarañas en los rostros con los que nadie sueña.
Primerísimos primeros planos, que sólo soportan las pieles de nácar de las reinas.
La luz regada desde el cielo produce el ensueño de nimbar divas con piel de angel, de nimbar la nivea suavidad del cordero que en la mirada tiene cautivo el fuego de la fiera. Bellas que trasciende el plano e infecta el alma del expectante, del indolente, que disfruta de la lluvia de luz que incendia la belleza felina de las grandes damas.

Siempre tras todo está el tiempo


Las palabras tienen su tiempo, nacen en las horas, en la acometida de furia del violento segundo.
Son palabras son tiempo, son palabras con su aire o son palabras agobiadas nacidas en abigarrados lechos.
Palabras atinadas, nacidas de las estrecheces o engendradas en las holguras.
La métrica del discurso y su contexto y su pretexto, sin todo eso, poco se entiende el sentido del pendón, que bravo ondea en la torre del solar o en la plaza de armas de la ciudadela.
Debemos rastrear el origen de la arenga, el primer precursor de la soflama, el beneficiario de la calumnia. Tras las palabras está el interés, está el humano y su corte de taras, miedos y defectos.
Las palabras son teselas, con su cromática y lugar, coordenadas precisas que si se alteran nos hablan con imprecisión.
Sólo el necio desordena textos, y lanzando los escritos es al viento y leyéndolos al voleo, cree entender o ajusta su mal entendimiento a las palabras alborotadas, que ordena, tras recogerlas del lodazal del suelo, con su burdo y atormentado ingenio.

sábado, 2 de junio de 2018

Abrazo mi cruz


Hay altos ideales por los que merece la pena morir.
Se arremolina el vil con los traidores, para ascender a un podium que la destreza le negó.
Señala la verdad al mentiroso, lo hiere trágicamente.
Merece la pena morir para regar el futuro de luz.
No es la tiniebla legado para la infancia que mañana construirá honradez.
El silencio es cómplice, callar alimenta ala fiera.
No he nacido para tapar embustes, para dar cancha al ladrón, para mirar a otro lado mientras se perpetran delitos.
No aplaudiré jamás a Eróstrato.
No temo a la abrupta verdad, a la verdad que te señala, porque todo en este baldío es cizaña.
Abrazo mi cruz, el árbol donde estuvo clavada la salvación del mundo.



Desnudas las frases graves


Brotan de mi boca miles de palabras, de pensamientos que verbalizo con mayor o menor tino.
Soy huracán de las altas horas. huracán de las horas bajas.
Hiel y miel, palabras de arena que laceran mi lengua.
Soy y no soy, soy fachada de gloria, bambalinas de miseria.
Brotan desnudas las frases graves, brotan vestidas las muy evanescentes.
Me distraigo para encontrarme, pienso para perderme.

viernes, 1 de junio de 2018

Rentabilizar la cólera


La cólera genera ingenio, pero el ingenio no sólo es cólera.
Somos el oleaje de nuestra furia, el tormento de nuestras derrotas.
Hacedores de cárceles, de prisiones de desaliento.
Respirar cólera nos libera, pero la liberación no sirve de nada, si no sirve para arar el futuro.

martes, 29 de mayo de 2018

María Dolores Pradera


Con tu fina estampa te vas al cielo, por el puente meloso de los recitados versos.
María Dolores Pradera, no es sólo voz, es empaque, clase, estelaridad. 
Preeminencia indiscutible, bello aire, tormento de poemas que brotaban de tu cárcel torácica, heridos por tu sensibilidad de Ángel.
Vivimos tiempos urgentes, más tú viviste con vaporosa calma, con el grácil contoneo de tu apostura sin estridencias. 
Suavidad con la justa furia, fuerza de seda.
Fina estampa de verbo claro, de mujer que ahora vive libre al margen del tiempo. 
Fina estampa de mujer desprendida a la que ya no le importa nada.
Porque puedes ya ahora, abrazar a tu madre, sin reclamar un rosario testigo del dolor que genera la ausencia y por el que tú, renunciaste a todo lo demás.
Las Grandes Divas nunca se desvanecen en la niebla, son faros que orientan, torres de celebridad erigidas con el tesón, con el trabajo de una clase innata, con la pulcritud de quien se sabe digno y no necesita aderezos estridentes para rendir en la soledad de la arida escena.
No te puedo decir, cuando vivas conmigo, porque conmigo ya vives, en esa eternidad que es la memoria, único tesoro que nos viste, cuando en el infinito de la celestialidad nos vuelve a abrazar nuestra madre.
Perder es triste, pero a ti nadie te ha perdido, sólo has finiquitado tu estancia en este mundo, después de dejar en él, la indeleble huella de tu grácil y exquisita fragancia.

domingo, 27 de mayo de 2018

Acantilados de umbría


Admiramos, con el ánimo de poseer, total o parcialmente.
Perseguimos, talentos que en nuestras manos no habitan.
Abandonamos, en los jardines oscuros, bajo mil capas de descompuesta hojarasca, la magia que nos regaló natura.
Deseamos, lo que no tenemos.
Denostamos, el color de nuestro silencio, la finura de nuestra risa, el óvalo de nuestro universo.
Porcelanas restañadas, porque no asumen su continente.
Admiramos, porque no asumimos la isla que habitamos y el perfil de sus costas.
Orografía genética, azar divino, acantilados de umbría.
Poseer nos distrae, acumular nos aliena.

Metralla es el aire


Ideas peregrinas en los días de tormenta.
Relámpagos que rompen la tiniebla.
Atronadora es la verdad, para las patibularias que tras los cristales hacen calceta.
Fingir es fortaleza, es el cuartel donde con la luz del farol, se trazan estrategias.
Emborrona el aire la lluvia, su fiereza, que rompe montañas y en el pedernal garabatea grietas.
Metralla es el aire que meteoriza proezas.

martes, 22 de mayo de 2018

Reveses deseados


Pestañas infinitas, que avivan el rubor, que aran el aire, que incendia mi cárcel torácica.
Corcel de furia que tempestuoso clama por un beso de infierno, por el roce de los labios que lo condenan.
Aspavientos de ventisca, de cálido y gélido aliento, de reveses deseados, de negado empalago.
Miel con sal, rocío de piedra, amar no es placentero, amar es un segundo de placer y mil de desierto.
Pasarela de febriles contoneos, de manos gentiles que acicalan al siniestro.
Victorias de arena, arena que es tiempo.
Derrota de hierro, de certero acero.

Diabólicos santos


Hay tristes ingenios, sin genialidad.
Ingenieros del corto plazo.
Negociadores de su exclusiva prosperidad.
Se crecen en las fisuras de la protección de la inocencia.
En el varillaje de la norma.
En la espesura de las contradictorias leyes.
Próceres sin finura, de vastas costuras.
Girones amorales que ondean en los balcones.
Tristes tuertos, tristes y nucientes usureros.
Repartidores de pitanzas, de cadáveres sin exquisiteces.
Repartidores de odio, otorgadores de legitimidad.
La legitimidad que da el hampón entramado, las bambalinas pestilentes del teatro del engaño.
Discernir, que delinquir es tan fácil, que es sino natural, hiere tanto.
Es herida mortal en la esperanza, ver tanto diabólico santo que es adorado sobre ricas peanas.

lunes, 21 de mayo de 2018

Mediocres estadistas


El inicio tiene un final, todo final tiene un inicio.
Hipotecados caminamos por los precipicios.
Jugamos a comprar presente poniendo como aval el futuro.
Planos que se solapan y nublan el discernimiento.
Superficialidad sectaria que transpira por todos sus poros putrefacto odio.
Raseros fascistas de mediocres estadistas.
Viciada consulta per se y ante se.

jueves, 17 de mayo de 2018

Sin STAR


Las tormentas lavan las calles, rinden los altos tallos de los herbazales.
Llueve, para que la corrobla de despelleja corderos, bajo teja se ampare.
Guaridas de zurcidoras, de remendonas comadres.
Sarnosas de orientes malditos, malditas que a los luceros desorientan.
Faros de los escollos, sirénidos macilentos y aguardentosos.
Meretrices del lupanar de los esperpentos.
Mamonas desdentadas, envidiadoras de todo, que no brillan en nada.
Son los alaridos del circo de la pacotilla, los berridos de las que hambrean star.
Procesión de romero y liendres.
Dios no está en todas parte.
En muchas fiestas el diablo departe.

miércoles, 16 de mayo de 2018

Bunker


"La estelaridad nos señala, cañón de luz que centra el objetivo, para que la envidia ametralle, desde el bunker donde se parapetan las víboras, que sueñan con aniquilar la alta torre."
Irsia Carolain Sprimbol

martes, 15 de mayo de 2018

Los Antiguos


La soledad genera monstruos y los monstruos mitigan su soledad, generando inmundicia, arremolinándose en las corralas del vicio. Tenedores cruzados en las escaleras, en los armarios. Trapos rojos en las ventanas, en los balcones, en las solanas. Velas de oscuridad moral.
La panoplia que despliega el mal, para impresionar al sugestionable, es prolija.
Tiempos de circo de baladrones, de mujeres barbudas, de lisiadas antiguas que parasitan en la iniquidad, la nívea benevolencia del incauto, del ingenuo que cree a pies juntilla, las patrañas de la escoria amoral.
No temo al que hace vudú, al que amenaza con la sugestión, al que medra con el temor que siente el incauto, con la ingenuidad del cándido, con el infantilismo de los personaje maleables.
¿Qué son ? Sólo vulgar barro, libidinoso malestar de papos muy ebrios.

domingo, 13 de mayo de 2018

Beber, vivir


A veces vivir es estar ebrio.
A veces hay que estar ebrio para poder vivir.
Hacer fácil lo difícil, o simplemente beber para poder hacer.
Vida de excesos, vida vivida en la catarsis etílica, con el ritmo incompleto que es casi no sentir.