El sucio botín
Y la sifilítica matrona, ajada y marchita, torturada por la demencia y la locura, contará una y mil veces los escondidos talentos, que en la recóndita guarida, no fructificaran. Los estragos de la desconfianza, le impedirán descansar y la torturará el miedo a perder lo poco ahorrado. Y en este desorden terminará olvidando el escondite del sucio botín, e incluso olvidará su manoseada vida, y que una vez tomo la cautela de guardar plata para el por venir. La sífilis que martirizo sus entrañas, en la última batalla, le arrebatará la razón, el recuerdo de quien fue, de que hizo e incluso de cual es el dolor que la postra.
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