Nada rinde tanto como la palabra.
A LOS EMBAUCADORES NO LOS ESCUCHÉIS, son capaces de convenceros.
El silencio deseadlo, buscadlo.
Entretente en el.
Las altisonantes y huecas, las estretegicamente repetidas, son las más mortíferas.
Estate atento que desde la política vienen las mas incendiarias y menos razonadas soflamas.
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