Los celos encadenados obligarán al líder a la forzada pernada.
Prerrogativas que son condenas, condenas que son prerrogativas.
Cúspide que dominas el llano, que de servilismo conlleva tu estatus de dominio.
Los lideres mientras son útiles sirven, más cuando caen en desgracia y ya no sirven, son despeñados, denostados, ultrajados y escarníados por el pueblo que los encumbro.
No te acerques a la masa, a la turba, ni siquiera para ser aplaudido.
Es tan caro el aplauso y el favor, que deberías huir de el, como quien huye de la peste.
Ama y teme al vulgo, porque el es cimiento, pero nunca olvides que es el más cruel de los bichos y el más catastrófico de los terremotos.
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