Siete espadas se clavaron en su pecho con gran dolor.
Siete dedos en la mano siniestra estigma del fin.
Siete sellos en cada uno de los dedos de la izquierda.
Con cuarteles de tortura en el campo de gules y sinople.
Con esa zafia heráldica se lacrarán los designios de nuestras postrimerías.
Con cuatro dedos se defenderá la diestra.
Mientras se cierran los círculos de los buitres.
En el firmamento rojo, se agita el dragón que acosa a la Purísima.
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