Sois lo que no me conviene
Guardo de vuestra traición una atroz instantánea.
Guardo de vuestras pedradas un rosario de heridas.
Sin cicatrizar, llagas que los días fríos me paralizan y sumen en pozos de tristeza.
Hoy día plumbeo y de tormenta estoy en esa guarida que vuestro escarnio construyo para mi.
Lo primero que aprendí en este valle de lagrimas es a saber prescindir.
A vivir sin lo que no esta ami alcance.
A no desear lo que aun a mi alcance no me conviene.
Hay estáis vosotros al alcance, de lo que no me conviene.
No hay comentarios:
Publicar un comentario