Gordas boñigas del infierno.
En la arrasada ciudadela.
Mientras ansiosas escarbáis buscando el botín.
Asesinaré a mis bellos hijos antes que permitir que caigan en vuestras manos.
Y en el efecto contagio sin sombra os quedareis.
Dueñas del oro y de la ciudadela de los cadáveres.
Eliminada la perfección ahora a quien remedareis.
Ya no hay gloria solo infierno, y estáis ya en el.
No hay comentarios:
Publicar un comentario