No subestimes el valor de una mariposa.
No creas jamas que solo rinde lo salvaje.
Las mayores y peores cárceles las crea la belleza.
Presos de las bellas alas de las mariposas.
Presos de sus tóxicos colores.
Atados por su delicado aleteo.
Liados por la fina seda con la que construyen el nido para su crisálida.
No subestimes jamas la fuerza de un ejercito de mariposas.
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