Es la ley la cárcel de la razón.
Es la ley el laberinto donde se pierde la verdad.
Es el recurrir a la ley la condena del justo.
Entramado de argucias.
Castillo de mil puertas por las que escapa el delincuente.
Red de argumentos y salidas para el enriquecido maleante.
Desvalido esta el inocente frente al delincuente, ante la necia y ciega justicia de la que nos hemos dotado.
Nada ocurre porque si, con lo cual detrás de este fortín de malhechores estará el jefe máximo de los malhechores.
Ante la plata total impunidad.
Nada ciega es la injusticia.
Leyes para delinquir.
La vileza legal.
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