Se materializo tu ausencia en el tórrido inicio del verano.
Crisis de estío.
Se evaporo tu aroma en los largos días de sol.
Y llegaron los dolores insoportables de agosto.
Se evaporaron los celos y la cárcel.
Y me sentí raro con tanta luz y siendo tan libre.
Se evaporo el desdén y las caras caricias.
Y llego la sospecha de todo.
Y llego la sospecha de nada.
Y guarde lutos sombrío por la perdida.
Y sentí calor con la ropa negra.
Sol de verano que agostas caricias y abrasa en la indómita lascivia.
Se materializo tu ausencia en el bochorno del soleado verano.
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