Encerramos a los ángeles en las perreras y permitimos que los monstruos del averno campen libres pisoteando jardines de rosas.
Asedio de cainitas asesinos de ángeles.
Rendido ante los que ninguna cuenta rinden.
Desolado ante los que no soportan que les bañe la luz del sol.
Huye la calumnia de la claridad.
Que poco le interesa exponerse al juicio del sol.
Mentiras nubarrones negros en el día del sol rabioso.
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