miércoles, 31 de julio de 2013

Urdimbre de besos, jardín de caricias

Me acaricia el oleaje de los besos de mi amante.
Me mece y cimbre la fuerza de su deseo.
Arremete y derrumba con su furia incontenible la muralla, parapeto de de mi ciudadela.
Preso estoy en la urdimbre de besos.
Preso estoy en el jardín de caricias.
Abonare las nuevas flores, alegría de mis nuevos días.
Me acicalaré para la tormenta y me predispondré al martirio de que mi corazón lo atraviese un rayo.
Por un rayo de amor vencido.
Por un rayo de amor liado.
Soy ya ciudadela rendida, entregada, cautiva.
Brota de mi costando dulcísima sangre para alimentar a mi victorioso amado.

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