Sonrisas de epoxi.
Perros falderos que se esconden por miedo a tanto gesto falso.
Por miedo al olor a falso.
Sonrisas de artificio.
Almas de caries.
Caries en el alma.
Medráis en la cegadora carcajada del ramplón y necio, que en la nada se sorprende, que en el todo se pierde y que en el delito reiterado ya no encuentra placer y alambica maneras en aras del orgasmo que se resiste.
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