Ojos cerrados con oro.
Corazones cerrados a la benevolencia.
A quien medra nada le importa.
Sordos a la queja.
Así pescan los ladrones.
Esparciendo migajas.
Redes clientelares.
Oficiadores del sin oficio.
Verbos para embaucar.
Los estómagos satisfechos no protestan.
Todo crimen se lava en el torrente dinero.
Escorrentía de olvidos.
De indultados saqueos.
Raposos que festejan la caza del ratón.
Mientras su líder mete en la despensa el robado león.
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