La escorrentía arrastrará los ruidos, las imágenes, tus palabras...
viernes, 15 de noviembre de 2013
Uno asimismo se engaña
La cara quizás no sea el espejo del alma. Pero si es un charco donde se ve el fondo de las indómitas entrañas. Los charcos someros no mienten. Aunque el propio charco asimismo se engaña.
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