SIEMPRE SE ESTA EN UNA MALA EDAD.
Permeable a los dolores del mundo.
Sensible a las penas del prójimo.
Con el corazón abierto al que pasa más frío que yo.
Me duele el pecho de calentar piedras.
Piedras duras e insensibles.
Infortunios de generosidad mal apreciada.
Alma abierta en canal que algunos aprovechan.
Para lanzar frías piedras directamente a mi corazón.
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