El valor de mercado.
El que te imponen los mercaderes.
El valor de transacción.
Terreno abarrancado y sin bancales.
Por el que es muy fácil rodar por el precipicio de la depreciación.
Valores extrínsecos.
Dictadura de modas y tendencias.
Poseer, asir, coger.
Los mercaderes marcan el deseo.
Marcan el como.
Marcan el cuando.
Marcan y desmarcan la hora de tu éxito.
Cambiar para valer.
Valer para cambiar.
Las falsas gemas engañan, nos engañan.
En la ignorancia las lucimos con orgullo engarzadas en lugar preeminente.
En las primeras filas, en el centro de la corona, en el cetro, en el orbe.
Alhajas de engaño, pacotilla que sin saber dignificamos en nuestras manos.
Somos el sitio, donde ellas que no nacieron para ese sitio, encuentran su éxito.
Joyas amigas y oportunistas que para sus metas te engañan.
Manosean los indecentes la palabra decencia.
Con sus manos llenas de grasa.
Con sus bocas llenas de embustes.
Con su corazón lleno de egoísmo.
Y pierde la decencia su brillo de referencia.
Su luz de faro.
Su norte magnético.
Las caridad sin progreso tiene un limite.
El que sin esfuerzo se habitúa a ser receptor de caridad es un parásito.
Nacer en desventaja no es tener asignada una partida compensatoria a cambio de nada, para toda la vida.
Se debe limitar la caridad, se debe supeditar a exigir un esfuerzo.
Caridad para hacer crecer, caridad para ayudar, y nunca en el tropiezo o carencia perpetuar.
Iguales en generosidad e iguales para devolverla.
El gratis tiene tanto poder de convocatoria.
El falso gratis, porque lo que convida el politico por todos esta ya pagado.
Verbenas con churros, rock con migas, circo son picatostes.
Erario publico que tras los sablazos queda como un erial.
Fiestas para celebrar victorias, fiestas para comprar legislaturas.
Todo es fiesta y asueto en la vida inútil y huera del munícipe ramplón.
Las sombras de la casa consistorial.
Las sombras de las urracas que campan por sus salones.
Figurantes en entregas de premios, presentación carteles y lectoras de resúmenes de comisiones.
Todo es circo frente a las cámaras, todo son fotos en las hojas parroquiales.
Voces rotas que recitan monótonas los discursos y pensamientos que los redactan en la recamara.
Sombras de nidos de cuervos, enlutada procesión tras los pendones, tras los santos, tras la gloria de los rechufleteos pagados con el erario publico.
Nada existía con anterioridad a su llegada, nada existirá cuando se vayan.
Y los que realmente no existen son ellos que son presencias prescindibles, mudables, ya caducas......
Barato se vende el que tiene los días contados.
El que con urgencia tiene que rentabilizar el sufragio.
Mandato de robo.
Legislatura de expolio.
Zorras que para entrar cacarean la redención.
Y tras entrar en el gallinero se dedican a matar gallinas.
Salsas para camuflar fermentados sabores.
Trapos para tapar la mala talla.
Afeites para dulcificar las cacarañas del rostro imperfecto.
Arte de mentir,
Arte del pringue.
El arte de domar la indómita zafiedad.
En la corta distancia percibiré que te canta el papo.
Pero en escena sin tufo y cárcavas, perfecta serás.
Lo que se gana en la maraña de los ríos revueltos.
Es necesario mover sillas para que se vuelvan en el interés de moverlas a ocupar
Manos que mecen revolturas, manos que mecen tormentas.
No piense el intrigante que la intriga es su patrimonio.
Me apuntaré a la guerra de guerrillas.
Y le daré con la misma vara que el me dio.
Hay piedras que vuelven.
Ten cuidado al lanzarlas.
El libre de pecado no existe.
La mano inocente tampoco.
Ay de los que buscáis el brillo de las sacristías.
El destello de la luz de los santos, con los papos llenos de embustes.
Borrachas de vino dulce entre lamparillas.
Es vuestro teatro rastrero y solo al necio engaña.
Desfiláis con mensajes a reyes envueltas en el blanco níeveo robado a un Ángel.
Sepultureras cinerarias que con destrezas de majorette camináis entre las filas de cirios.
Porteadoras de últimas y opíparas cenas.
Putas que custodiáis sagrarios.
Sois sombras aunque estéis bañadas de luz.
Forajidas en la luz que nimba a los Santos.
Sol para ver ratas.
Para ver como campan impunes.
Para ver como copulan y procrean.
Ratas amparadas en las faldas de las togas.
Amparadas en los salones de las casas consistoriales.
Amparadas en el laberinto de la justicia que tan bien dominan.
Ratas al sol, ratas de dos patas.
Ratas procesionadoras y balconeras.
Ratas a las que los perros cazadores de ratas tienen muchas ganas.
Ratas que reptan por las cloacas.
Ratas trepadoras y mondongas que lamen ojetes de culos bien sentados.
Ratas bien amparadas a la sombra de los munícipes.
Ratas lloronas y teatreras que cacarean en las aceras............
Furcias ratas, madres y hermanas de ratas, hijas de ratas........
Plaga de ratas infectas de dos patas..............
No me rasgaré las vestiduras porque se cierre la puerta.
Me centraré en las mil abiertas.
En el sol que mañana alegrará mi nuevo día.
En la corte de ladridos de mis ángeles.
En el trino de los gorriones tendidos al sol.
En los lunares de Bernarda.
En el gatito amarillo que ha decidido quedarse a vivir en la casa que le quieren.
En mi casa, en la que reina el amor entre Ángeles.......................
Hay cosas que solo se pierden una vez.
Hay tesoros que pasan como relámpagos.
No son tan gentiles como el sol que todos los días vuelve.
Perder a veces es cerrar la puerta del recuperar.
Desaparecido el gran diamante de la corona.
Tendrás que lucir con gracia el culo de vidrio de una botella.
Me erosiona la espera.
Me desgasta la incertidumbre.
Las desatadas horas.
Donde hacia ningún lado precipito.
Filo de cortante navaja por el que como funambulista camino.
Días que llegan fuertes y desinflados se van.
Fe ciega que no ve nada.
Expectativas que se frustran no por el trabajo de mi parte.
Son los elementos los que pierden la nave que no arribará ya hoy.
La verdad no camina ni de la mano de la justicia, ni de la mano del éxito, a veces el que dice la verdad es el que lo ha perdido ya todo o nada le interesa ya conservar.
A la verdad solo se la pueda matizar con otra verdad............. Pero las mentiras solo enfrentan, en la fuerza bruta rinden, cierran en falso heridas y nunca ganan.
A veces en las contiendas entras limpio y sales sucio.
Te magulla y mancha el zafio que te agrede.
Todo se pega y se te pegan sus zafias maneras.
Costra de miseria, miserables que en la contienda te hacen costra.
De dientes de rata son las costuras de las mentiras.
Tirantes, mordientes, inclementes.
Sarga vulgar cosida con hilo de bramante.
Puntadas dadas para herir la carne.
Rastreras que con las manos llenas de pringue concursen heridas pero sin guantes.
Babas esputan las malolientes mientras amontonan trapos para taparte.
Siento que la claridad me aleja del mundo.
Siento que el mundo me aleja por mi claridad.
Es la verdad ofensiva.
Y chirría estridente como puerta no abierta.
Es la verdad espejo que refleja todo, todo el todo que no queremos ver.
Siento como la verdad me aísla.
Y siento como en la isla de la verdad decide vivir muy poca gente.
Repudia al claro el que se regodea y guarece en las sombras.
Lastima que tengas tanta fe en las murmuraciones.
Lastima que tu fortuna la cifres tanto en el cacareo.
Lastima que por ti derrame yo lagrimas.
Derribaré la cerca de ceguera.
Y saldré a hacer frente a las murmuraciones que han hecho que me desengañe de ti.
Es el ignorante tendente a las palabras gruesas.
Al pensamiento único.
Al totalitarismo.
Y se ensimisma y regodea en su mundo creyendo que todo lo que existe fuera de él es una torpeza, un error.
Llega así el ignorante a la conclusión de que debe redimir al "torpe" a punta de machete y con la palabra burda y soez.
Líbranos Dios mío de la dictadura del iletrado y de sus formas de imponer sus únicos e inválidos criterios.
Seré sagaz con el escurridizo cenutrio.
Mulas con aires de corcel.
Ubérrimas hienas.
Volatineras malhechoras diestras en el circo del engaño.
Trasquiladoras de vuestras hermanas las ratas para montar el paripé.
Burlesca familia que remeda al señor, buscando el brillo de las lamparillas del santísimo.
Mafiosas mondongas que he prometido, a los canes y gatos que murieron por vuestra nefandad, con mis palabras crucificar.
Es un malestar añadido al sufrimiento la indiferencia hacia el mismo.
Son tantos y algunos tan importantes, los que se parapetan en la teatral realidad de nuestro primer mundo, para no ver que somos actores de la desgracia del segundo.
Actores que no espectadores, porque ver la función y su dramático final no lo hacemos.
Actores ausentes en el estrepitoso fracaso.
Actores solo presentes en el desigual reparto.
Actores en las fiestas y en la bonanza.
Actores que con su no abucheo premian la calamitosa función del teatro del mundo.
Son tantos los que no quieren leer dramas.
Los que cierran los ojos para solo ver sus sueños.
Hace sufrir la inacción a los que cercados por el fuego no reciben auxilio.
Síndrome de calma labrada en la desinformación.
Filtrar la realidad para solo ver el mundo rosa.
Solo existe lo que no turba mi placer.
Tiros de caza, tiros a blancos inocente.
Miseria humana que encuentra placer en la violencia.
En la crueldad de abatir ángeles que sin perturbar a nadie son felices.
Asesina el cazador la belleza del monte.
Y se hace el silencio tras sus batidas.
Por el placer de matar yo a ellos también los mataría.
Almas blancas que mueren en manos de almas muy negras.
Camino de cabras y barro.
Ese ha sido hoy mi camino.
Vereda arañada por las lluvias.
Escorrentía que lava limos.
Y deja al aire raíces de roble que abrazan piedras.
Pendientes de llanto de saturado acuífero.
Caminar, resbalar y caer es el pedregal y zarzal del abandonado camino.
Confinado en la casa de los míos.
La casa de mi sangre.
Donde han nacido y han muerto los míos.
Sombras bajo la higuera, sombras de los rabilargos.
Casa de puertas para huir.
Puertas secretas de color rojo.
Que encadenan alcobas.
Alacenas cerradas con los tesoros de mi infancia.
Confinado en las ocultas tinajas del estraperlo.
Casa de rejas y dragones de agua.
Si vivimos durante el día será porque necesitamos el sol para orientarnos.
Se pierde uno en la noche y su ausencia de calor.
Amores de urgencia y noche que nos ciegan en los desfiladeros del precipicio.
Fiesta de hambrientos sin modales en la mesa.
Momentos delicados son los destellos que provoca el engaño.
En el fondo de los ojos se ve el teatro.
Chispas incendiarias de deseos de posesión.
De cólera corroboradora.
Embriagadora furia de decepción.
Busco a los quintaesenciados.
Mis iguales en marginalidad.
Diez zancadas delante del pelotón.
Síndrome de genialidad.
Se evaporan los visionarios.
Hostil atmósfera de cuervos.
Nada atinado para encajar es brillar.
Solo e informado de los suicidios.
Cada vez me siento más solo.
Es tu mano y su vigor la que me infunde fuerza.
Siento el corazón en tu diestra.
Y se funden nuestras palmas en el sudor de batalla.
Hermanos de fiebre, hermanos febriles.
Dedos visionarios que dibujan bocas y ojos de pasión.
Se entrelaza el ardor en la convulsión del fuego.
Mano a mano.
Palma con palma.
Fiebre con fiebre.
Os vaticino desde el arco solio donde están sepultados vuestros delitos.
Victimas de la envidia del inferior.
Que seguiréis el sino de la torpe zorra.
Terminar apaleada en una cuneta.
No es nada frívolo vivir.
Perdidos entre la eternidad y el instante.
Construyendo y holgazaneando.
Son bellos mis días, ¿Pero será bello también mi mañana?
Hacer caminos y abandonarse al camino debe ser un entente cordiale.
El curandero arreglará los huesos dislocados.
Todo traspié fuerza un reposo.
Colonizarán en mi ausencia el camino las zarzarrosas.
Y se replegará mi mundo sobre si mismo.
Esperando que suelde lo astillado.
Confeccionaré adornos para la fiesta.
Que haré a mi regreso.
Llegan tan lejos los apéndices de la tentación.
Como les permite la debilidad.
Busca el pecado el placer del trasmundo.
Promesa de bella ruina donde en la noche no hay amparo.
Caricia grata que deviene al rato en urticante.
Beso de venus que deviene en chancro.
No solo debes buscar el bienestar de hoy.
Hay caprichos efímeros que te torturaran perennes mañana.
En la siniestra blande el zafio un machete.
Y con el y su violencia fuerza.
Al sincero a desdecirse de la verdad.
En la villa sepultada.
Lujo terreno que la tierra engulló.
Acontecerá la ráfaga que inicie el ciclo de las profecías.
Ceremonia expiatoria y demencial.
Allí se torcerá lo torcido.
Se viciará lo viciado.
Se rendirá lo rendido.
Nada escapa al control del supremo.
En todas partes hay ojos y oídos.
Plegarias en infame staccato.
Marros de aristas cortantes que nos obligaran a tragar.
Que lejana queda la belleza.
Que lejana siento la pureza.
Que distante estoy de Dios.
Corrientes de aguas frías.
Caminos de aguas frías.
Pies descalzos que siento fríos en el camino de resbaladizos cantos.
Pavimenta la calzada de tropiezos la sangre de los que tropiezan.
Agua y sangre que en esta cuesta en nada se trasmutan.
Camino sin Dios.
Camino sin esperanza.
Camino sin fe.
Como un represaliado camino por el transecto tras el sitial.
Se vaporiza el honor con los alaridos del zafio.
Temor que marchita violetas.
Pintarrajea la cizaña el regio retrato.
Me embadurnaré de alcanfor para que no me devoré la carcoma.
Paseos expuestos, paseos de tragedia.
Fuera de sitio se sitúa el usurpador.
Pócimas de bambalinas.
Se cuece en los mentideros la traición de los próximos.
Amigos por los puestos.
Amigos de los puestos.
Comparsa que nunca debe cegar.
Comparsa que nunca debe aturdir.
Farsas cocinadas.
Mentiras guisadas.
Cocineros con cuchillos jamoneros que mondan la realidad convirtiéndola en mentira.
Quien juega con la fe y las creencias de un pueblo tiene la batalla perdida.
Es la mofa y el escarnio, el mejor riego para el Dios que se pretende aniquilar.
Espejos infieles que no os devuelven la verdad.
Espejos que os complacen ofrendandoos una imagen que no poseéis.
Y aturdidos en la creída perfección, criticáis las fisuras que en la ignorancia vosotros poseéis.
La perfección no gusta.
No siempre se dice la verdad.
Los espejos miente, porque uno quiere que le mientan.
Esta más cercana la roña de lo lejos que, en los otros, la ves.
Pondré a mi nombre mis virtudes.
Pondré a nombre de un testaferro mis defectos.
Te perderás al intentar averiguarme.
Es tan fácil distraer.
Es tan fácil eclipsar.
Aunque se disipe la niebla con claridad nunca me veras.
No es lo mismo heredar un prado que un testurrial.
En que poca estima se tendría el labriego si confiara y achacara su rendimiento solo a los imponderables elementos.............
Olvidamos tan fácilmente que el tiempo es un continuo.
Un hilo sin cortar.
Olvidamos que a las puntadas en las que nos encontramos hoy, llegamos por las puntadas pretéritas.
No hay que perder de vista el futuro, pero no hay que olvidar el pasado.
Estanque llenos que hay que aliviar.
Puntadas tuertas que hay que desandar.
Dioses a la medida de los hombres.
Hombres que se miden siendo Dioses.
Surgirá el pastor que nos guié, si le quisiéramos ver.
No se rinde lo inexpugnable.
Coraza de virgen que en la peana de cardos se encarama.
Dentro de nosotros hay tan poco que rendir.
Que hay que cercar el baluarte en el vasallaje.
Será mi señor quien me de las armas.
Será mi señor quien me las enseñe a usar.
En su mano campeara la luciérnaga.
Será una alhaja que para brillar no necesite luz.
Obras vivas, luz viva, ejemplo de diestra.
Rueda el roció por el terso rostro, haciendo surcos de estragos.
Es el abatimiento el mal del guerrero.
Nada está finalizado, todo esta en marcha, toda campaña esta empeñada.
Carros sin bueyes, guerras sin lideres.
Es el baldón del osado caer abatido.
Para la fe no hay montañas, ni baches.
Es la suplica una puesta en camino.
Obliga la preocupación a rodear el problema.
A abarcarlo en el entendimiento y la disección.
Rogar y hacer allanan terrenos.
Es la fe la esperanza de hoy.
Sentimientos encontrados.
Encontrando el sentido a mis sentimientos.
Se empequeñece mi corazón en la mezquindad.
Es cizañero mi adversario, que en la división cifra su victoria.
No encuentra acomodo en la casa común el prodigo.
Ni se arrepiente de su prodigalidad.
Solo espera en el enfrentamiento sacar tajada.
Vender de saldo el todo al uno.
Y robarle al uno su parte del todo.
