¿En que parte de la noche los sueños se convierten en pesadillas?
Suele ser en el punto más dichoso, cuando todo es almíbar.
Cuando uno airea su felicidad.
Cuando el envidioso no soporta ya nuestra labrada dicha.
Y toma cartas en el asunto y actúa, buscando la fisura e inoculando la peste.
No existen las burbujas eternas porque siempre a tu lado hay uno que las desinfla.
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