Se pierde uno en los bergantes peldaños, ascenso de mensajeros mergos.
Encontraran los reyes mi carta, entre tanta necrológica de la casa del tocino.
Dramáticas teatreras del escenario sagrado.
Es su norte la guita, la morcilla frita y la llorosa calumnia.
Procesión de delincuentes que afinan la baja ralea en los desafinados gorigoris.
Hasta el Cristo de la salud enferma ante la corte mondonga de turiferarios.
Asma, sarna y aspavientos de pelos fritos y trajes sintéticos y violentos.
Reyes de Oriente, orientaros en la niebla de tufos y guiaos por los ladridos.
Ya vivo lejos y aquí lejos de las criminales manos, vuestros presentes espero.
No hay comentarios:
Publicar un comentario