Estrechos y tortuosos corredores, adarves tras la pétrea protección.
Que tropas moveré, que armas desplazaré, que estrategia tendré.
En la inquietud y en la mano temblorosa encontraré la fuerza que no me da el número.
Es el temor la fuente de la bizarría.
La fortificación de un alma fuerte resiste todas las envestidas.
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