Es mi hoy una ventana a los huertos.
Un contemplar la sencillez de la vida.
Bandadas de verderones que esperan la comida de mis perros.
Gatos hambrientos que se vuelven lustrosos visitando mi casa.
Naranjos colmados de naranjas, parras desnudas y hortensias que se van llenando de yemas.
Hermosamente sencillo es mi horizonte, la enorme palmera y las desmanteladas ruinas de musgo del Espíritu Santo.
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