Siento el aleteo de una paloma en el pecho.
Siento celo por cuidar mi nido.
Siento la bravura de mis uñas y dientes.
Siento que alguien se acerca por los ángulos muertos.
Por mi espalda, por la sombra.
Siento que ya no me puedo acurrucar tranquilo.
Siento que la amenaza ha traído la guerra.
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