No nacemos esclavos.
Nos esclavizamos.
Nos atamos al cómodo sendero que otros han trazado.
Tira lo rastrero, vendido con lazos de celofán.
Ancla lo vulgar, aclamado como derecho en lugar de como vicio a domar.
No es la libertad un camino de servidumbres.
Ser libre cuesta trabajo.
Es lógico que canse la pendiente del camino a lo alto.
No hay algodones en la escalada.
Ser libre es programar la vigilia.
Ser esclavo es dormir siendo guardado.
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