Huele el aire a resina.
Cuando el cuerpo del amado.
Pierde el peso de un colibrí.
Huele a recién talado roble.
A lagrimas que caen sobre seca tierra.
Huele a su última bocanada de aire.
Huele al humo de la apagada mecha.
Huele a vuelo.
A ventolera de duelo.
Huele a sudario.
A manoseadas cuentas de negro rosario.
Huele a ligero y bello sigue caminando, pero ahora sin mi.
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