El escarnio no disgrega
Empeñados en exterminar estirpes.
Nada, que se pretende hacer desaparecer, desaparece.
Todo lo que se persigue, se fortalece.
El escarnio no disgrega, une y aglutina con fuerza de mortero.
En la debilidad nace la fuerza.
La fuerza paciente, que reza en los escombros del derribado altar.
El pueblo que hoy tienes rendido, te dominará mañana.
El esfuerzo, elije anidar en el débil.
La debilidad, termina anidando en la fuerza.
Nada, siempre está en las mismas manos.
Los mismas manos, no están en este mundo siempre.
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