No somos metales que podamos ser refundidos.
Con el cuño con el que nacemos, morimos.
No nos hace más valiosos el vulgar chapado electrolítico.
Monedas apreciadas.
Monedas despreciadas.
Monedas ignoradas.
Que nada cuentan.
Que ni se cuentan.
Calderilla.
Nada se trasmuta y ningún alquimista convierte níquel en oro.
En esencia, nada cambia su sustancia o sustancialmente nada cambia.
La moneda que te ha arruinado la vida hoy.
Si le das otra oportunidad te la volverá a arruinar mañana.
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