No es lo mismo estar en unas manos vírgenes.
Que estar en las manos de una virgen.
Manos recién arribadas y de las que no sabemos las destrezas que poseen.
Manos vírgenes sin callos.
Manos que no las ha curtido el trabajo porque jamas el arado cogieron.
Manos que se llaman obreras y ninguna obra hicieron.
Es una suerte el creer en vuestra valía.
Es azar confiar en vuestro talento.
Creer en la capacidad de vuestras manos es como tiras tres dados al aire y esperas que en los tres y en la primera tirada salgan tres, tres y tres.
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